miércoles, 16 de agosto de 2017

Milagro Sala : LA ESPERA TAMBIÉN ENFERMA

Quienes estuvieron privados de la libertad lo saben. 
Quienes estuvimos privados de modo ilegítimo también: todo lo que uno hace en la cárcel es para ocupar ese tiempo de encierro, restarlo a la espera de lo que está muy lejos, negar de algún modo esa privación de hacer nuestra voluntad. 
"Robarle un día al juez" decían los detenidos sociales en Devoto cuando lograban, servicios personales o compra mediante, dormir un día entero gracias a alguna sustancia de ingreso non sancto. Para "los políticos" la cosa era otra: convivencia, estudiar, gimnasia, estrechar vínculos a fin de estar cada día un poco más enteros y formados. 
Una vía u otra van, con diferentes consecuencias, al mismo lugar: que no nos priven de la posibilidad de "ganar" de algún modo ese tiempo de vida que nos roban.
Es en buena medida ilusorio, por supuesto: seguimos allí, tras las rejas, pero al disputar de modo imaginario esa situación estamos preservando nuestra salud mental, es un imaginario al servicio de esa salud. 

Y ya no va a abandonarnos. Aparecerá cada tanto, ya fuera de la cárcel, como un reflejo, una sensación, a veces un detalle, a veces un estallido, a veces el deterioro físico o psíquico que no cesa a pesar de logros, vínculos y el haber reconstruido una vida en libertad.
Hay muchas circunstancias que hacen difícil cumplir aquel objetivo estando en la cárcel. Tal vez una de las más complicadas es la que vive hoy Milagro: levantarse cada día esperando que se cumpla una decisión que ya se ve como inevitable: que el poder judicial decida sacarla de la cárcel. 

Es, y lo digo con la experiencia de haber esperado meses que se cumpliera, aún con retraso, mi salida de la cárcel y el paso a libertad vigilada en 1982: la libertad, ya decidida adquiere una concresión tal que arrasa con todas las defensas que uno vino construyendo, está allí afuera, donde uno casi olvidaba cómo era, está y reclama toda la atención, toda expectativa. Los días se compensan en hablar con los compañeros, las noches son interminables y las rejas recobran toda su presencia.
También hay que lidiar con el hecho que que las compañeras y compañeros de militancia ya detenidos en Jujuy y Mendoza seguirán en esa condición, sin expectativa pronta de poder seguir el devenir de Milagro. 
El Juez Gastón Mercau, respondiendo con lentitud a la deciusión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)  decidió hoy la excarcelación de Milagro Sala, pero en condiciones imposibles de resolver en breve.
A la dificultad de sustraerse a la espera se agrega lo degradante que resulta, ya que si bien el poder se manifiesta privándote de la libertad con sustento legal, mucho más omnímodo y brutal aparece cuando lo hace sin someterse a legalidad alguna, o cuando te basurea con maniobras como ésta: decidir que te lleven a un lugar destruido "cuando resulte habitable". ¿Qué lugar definió como domicilio para Milagro  el juez Gastón Mercau? Un local de la TUPAC que operaba como,centro de rehabilitación de usuarios de sustancias que fue en 2016 saqueado y destrozado.
Están ya reclamando sus abogados y el Comité por la Libertad de Milagro Sala emitió un comunicado promoviendo que se fije otro lugar de alojamiento para que pueda salir ya. También para que revisen condiciiones que fijara el juez y que no se corresponden con la legislación sobre arresto domiciliario. Más arbitrariedad.

El otro tema es que tiene otras dos preventivas, por lo que deberían expedirse en igual sentido esos jueces. La cosa es seguir porque vuelva a estar entre nosotros y su pueblo pueda contar con Milagro Sala.
Las espaldas de Milagro se nutren de su militancia y su gente, pero el poder judicial y ejecutivo de Jujuy siguen teniendo, como se le informó a la CIDH en mayo de este año, el objetivo de destruir su condición física y psíquica.
Nada personal, simplemente otra tarea de las que Cambiemos vino a cumplir con su acceso al gobierno: borrar  de la realidad política argentina toda traza de dignidad y acceso a derecho de las mayotías populares.

1 comentario:

  1. Se trata de Abra Pampa en la Puna Jujeña, condenados por la codicia capitalista de los empresarios y mineras, un desastre ambiental que aún no tiene responsables ni culpables, pero que la sufren miles de habitantes-Esta nota de un diario, contextualiza una orgía sangrienta con la vida y cultura de los originarios de la Puna Argentina, por los políticos que llegaron a la Casa de Gobierno e integrantes de la Magistratura Judicial que llevan en su oficio denuncias de contaminación ambiental. El uno en Bienestar Social apunta a la búsqueda del bienestar y seguridad social de los ciudadanos…Y la preservación del medio ambiente y de la ecología. En tanto el nuevo, tiene la obligación de aplicar las constituciones y los tratados interprovinciales como ley suprema respecto de las leyes que hayan sancionado o sanciones las legislaturas; no solo de acuerdo con las prescripciones de la constitución local sino también respecto de la ley suprema de la nación. Pero sin embargo, dejan a la deriva a los originarios contaminados. Que aparecen babeando en el patio de su casa, sin remedio ni trabajo; su agua contaminada,también sus cultivos; aves muertas en la orilla de la laguna; su ganado de ovejas destrozados con perros adiestrados; sus camélidos reducidos a tiros de bala;sus bebés con malformaciones, abortos, parto prematuro, bajo peso al nacer el bebé, entre otras tristes consecuencias. Más, no tienen hospital de niñas y niños; no tienen maternidad infantil, ni hospital para el tratamiento de los contaminados con plomo. No a la educación infantil ni universidad nacional. Pero que la sufren miles de habitantes…¡Estan sentados en una misma mesa para gozar de su depravación sexual mas tributaria que de la orgía de los pueblos bíblicos de Sodoma y Gomorra!

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