martes, 29 de agosto de 2017

Eduardo Porta. El Hotentote y el vasco van en auto



Eduardo Porta fue en tiempos del último genocidio “desaparecido”, también preso de Cárcel en Córdoba y antes “chupado”, en La Perla y en Campo de la Rivera, también fue el único condenado a muerte en Consejo de Guerra y, sobre todo fue militante antes, durante y después de estos largos años privado de su libertad.

Sus compañeros lo llamábamos “el hotentote”, Grandote, algo de cortes secos en la configuración de su rostro, serio serial, todo daba para el apodo que le pusieron los cordobeses a fuimos adoptando los que lo conocimos.

Este año hubiera cumplido, creo, 63. No tuvo esa posibilidad que descubriera mi hija un 28 de diciembre en mi propia vida: “papá ya pasó más tiempo desde que saliste en libertad que los años que tenías al ser detenido”. Momento en que uno comprende que hay casos en que la vida se divide en antes y después y que alguien puede llevar años mirándote y pensando algo y que vos, aunque estés muy cerca y muy pendiente de ese alguien recién vas a saberlo cuando una frase como esa sale de su boca.

Pues bien, Eduardo no tuvo esa posibilidad, tampoco pudo ver cómo se encontró definitivamente con la memoria, la verdad y la justicia el siniestro personaje que lo acompaña en el relato que adjunto, ni cómo se cumplieron sus sueños y los de muchos en doce años que esperamos repetir.

Tampoco vio cómo esa comba que lo llamaba desde el asiento de atrás, creció desde unos pocos meses sin posibilidad de recordarlo por sus vivencias, pero llegó a parecérsele en mucho, su hija, tan entregada hoy a su profesión y a su vida como Eduardo a todo lo que hacía.

Tampoco y debo decirlo también porque nada puede decirse en estos días sin comenzar por decir que nos falta Santiago, tampoco Eduardo pudo ver cómo volvía a pasar, cuarenta años después de lo que lo chuparan, cómo otra vez se llevaban a alguien y el gobierno lo niega, lo encubre, lo difama y los más grandes medios de comunicación colaboran con el intento de borrarlo y el sufrimiento de quien nos falta emerge en los que reclaman.

Y uno encuentra otro motivo, junto al cariño, la nostalgia de lo que se fue, el dolor, la bronca, el amor por los Suyos (los de Eduardo, los míos), otro motivo para no resignarse a que Eduardo ya no esté: estaría con nosotros, con los que queremos que aparezca Santiago con vida, con los que seguimos yendo por un mundo mejor, con los que repudiamos el tipo de humanidad que encarnan los que hoy gobiernan.

Se te extraña Eduardo. Y te querríamos con vida, como cada día, aunque quizás te nombremos más los 29 de agosto.

Lo que sigue es tal cual sucedió, aunque dicho en mala literatura. Fue en 1989 y Eduardo se fue unos meses después.

Hotentote y el vasco van en auto.
Es 24 de diciembre y la charla va de democracia lavada, frutas secas y milicos a la compra de una damajuana más, porque van a ser muchos en el festejo y tal vez no alcance. (Otro día el vasco me contará que en realidad no había fiesta hogareña, pues se habían juntado los kelpers –los sin familia en Córdoba- y volvían en dos taxis de tomarse unas cervezas en el Centro).
Con su compañera en el asiento de atrás y toda su panza de embarazo de seis meses, Hotentote mezcla su atención entre esa comba que lo llama y pide su mano reposando sobre el vientre de Ana y controlar el andar del auto, la calle, los chicos en las veredas, vecinos que se saludan, compras de último momento, el disparo confuso de algún cohete, el desasosiego un tanto alegre que precede a la nochebuena.
Al girar en una esquina el paisaje se altera y pinta otra noche: un patrullero a media cuadra con las puertas abiertas, policías que gritan arma en mano, gente que desaparece sin que uno atine a ver por dónde se escabulló, un flaco que se recorta en el cuadro cambiante. El flaco zigzaguea en una bicicleta y mira hacia todas partes sin que se pueda prever cuál será su rumbo final. Lo reconocen al momento: el loco de la música, un pibe que ronda la plaza del centro en una bicicleta, llevando detrás un gran aparato con el que siembra música a su paso, sin más comunicación con la gente que los sonidos cambiantes y un silbido para abrirse paso.
A pesar que el taxista afloja la marcha, justo el flaco enfila la bicicleta hacia la calle al pasar del auto y tras el golpe sordo del paragolpes que le da en las piernas, se eleva casi horizontal frente al taxista, el Vasco y Hotentote, la bicicleta aferrada por manos y piernas y cae sobre el capot para quedar inmóvil, ya detenido el auto, contra el parabrisas que banca el golpe final sin astillarse. Y la bicicleta entre las piernas. El vasco va a decir algo, pero Hotentote, que entiende la excitación de los canas que ya están casi sobre el auto, le dice que apenas pueda siga con el taxi y lleve a Ana a casa, que él –Hotentote- va a ir a la comisaría a ver si puede hacer algo para que esta noche, justo nochebuena, el loco de la música, que seguramente en un momento de excitación, susto y heroísmo no se detuvo a la voz de alto de alguno de los canas, se va a comer en cambio la biaba de su vida.
Cuando Ana, el Vasco y  los demás están acordando seguir, el auto queda rodeado de gente que apareció con la misma rapidez con que antes se perdió de vista, pero ya no hay pibes parecidos al que se recupera, extendido en el suelo, boca abajo y con las manos esposadas atrás, mientras los canas le revisan la cintura, le preguntan cómo se llama, sin escuchar las voces que dicen "el loco de la música, es buen pibe” y pasan aviso por radio que tienen un detenido en la calle tanto, barrio tanto de Córdoba.
Sentado en un banco de la seccional IV, el Hotentote se pregunta si el tiempo que lleva esperando para hacer la declaración, más el que va a perder con el oficial apaleando el teclado, los saludos, la comida suspendida en su casa, porque todos esperarán su llegada y ver que está todo bien, que él está bien, piensa si su sola presencia, en fin, va a ayudar en algo a que el pibe, de quien nunca supo su nombre, se estrene de preso temporario sin pasar por la golpiza iniciática, hoy previsiblemente más dura, porque vendría cargada con el escabio y la bronca de los canas por tener que cubrir la guardia justamente en nochebuena. En lo mejor, se dice, me tira algún teléfono y le aviso a la familia.   
El Hotentote está casi en stand by, un poco por estar donde está y ser él carne de pozo, de campo de concentración y de cárcel, otro poco por la película de la biaba y el pibe que, de no mediar la voz de alto y su rebeldía, debería estar molestando en su casa (¿tendrá dónde y con quién estar este flaco?) metiendo ruido con el pasacasette mientras la vieja le pide que lleve vasos a la mesa, la hermana le grita que baje la música y el viejo, estratégicamente apartado en un lugar fresco, le hace señas para que se acomode en su compañía, allí donde no circulan las demandas de los preparativos de nochebuena. Así que cuando ve acercarse la  figura que entra y va hacia él, desde la puerta de entrada a la comisaría, figura que se desplaza con la seguridad de estar en su ambiente, Hotentote reconoce a medias en su perplejidad que, vestido de pantalón y remera, con paquetes en las manos, el que se acerca es Menéndez, el general, el torturador, el genocida con que confrontó en Campo de la Rivera, en el tribunal militar y en todas las noches de los días que viene viviendo desde que lo capturara un comando –de Menéndez- en el ’76.
El tipo llega a la altura del pasillo donde está el Hotentote y sigue su camino sin cambiar el paso, sin saludar ni dar señal de haber registrado la presencia de Hotentote en el banco, extiende sus pasos hasta la puerta que se abre en el fondo, entra y la cierra, atenuando con esa acción el vocerío que su entrada ha disparado entre los canas de guardia. Como todos los años, esta vez ante la presencia de un testigo inesperado, el General Menéndez cumple con su ritual de navidad: recorre las 14 seccionales de policía de la ciudad de Córdoba para repartir -siniestro Santa Claus en una sociedad marcada por lo siniestro- turrones y frutas secas entre los policías de guardia.
En el lugar menos indicado y en el momento menos previsto, Hotentote ha tenido a una distancia de centímetros, a solas y sin nadie que pudiera intervenir, al causante de un odio y un dolor que, si bien son suyos, él sabe compartido por miles de víctimas, madres, padres, hermanos, amigos, compañeros, que seguramente han soñado como él un momento así durante años.
Mientras declara frente al oficial de turno, el grandote verifica que sus dos vidas –la suya y la de Menéndez- siguen cada una el derrotero previsto, sin mayores cambios. Él trata de aliviarle la mano a un pibe que no conoce y que quizás nunca pueda zafar del desastre que abra en su mente ya precaria esta primera noche de tumba. Terminará de declarar y se irá a compartir esta noche con amigos y compañeros, en este tiempo que siente que apesta, con tanta basura paseándose por la calle. Menéndez, en cambio seguirá alimentando las fieras de la destrucción, con su sólo vivir y con este ridículo ritual de reparto navideño a viejos torturadores y nuevos canas a los que otros preparan para seguir su senda.
La reflexión no lo consuela para nada, así que relatará este momento una y otra vez y revivirlo le revivirá mil puteadas que quedaron sin salir ese día en el que hizo lo único que podía hacer antes de irse a brindar por la llegada de nochebuena con su gente. Pero lo alcanzó la sombra.          

domingo, 27 de agosto de 2017

SANTIAGO: CLARIN DESINFORMANDO O EL JUEGO DE LOS ERRORES

Las operaciones del Grupo Clarín, se sabe, han llegado al punto de "ubicar" a Santiago en un comercio de Entre Ríos mediante un video que el mismo libelo hizo público. 
Sólo la reacción inmediata de la persona que se veía en el video logró desmontar la mentira, pero ya estaba sembrada la idea: Santiago podía estar en Chile, Chachapoya o, ¿por qué no? París o Bahamas.
Una foto de Reuters, digna de cualquier marcha por Santiago, grafica el artículo "Caso Maldonado: una por una las contradicciones de la investigación". del día 26 de agosto, en el que Clarín promete mostrarlas todas. Ver esa foto junto al contenido del artículo suena a provocación, habida cuenta de que se trata de una verdadera pieza de la desinformación bizarra.
No es necesario ser criptógrafo, tampoco un lingüista para ver cómo la lógica de un renglón se contradice con la del siguiente mientras la ignorancia de cuestiones básicas del procedimiento investigativo campea en todos. 
¿Están perdiendo la mano? Tal vez. Tal vez es su impunidad, la facilidad con que logran que gobierno y sectores de poder repitan las líneas que trazan todos los días. Se han acostumbrado también a una cierta perplejidad opositora tras las presidenciales de 2015 y tal vez pensaron que la inercia duraría. Aún no perciben que el efecto PASO los va alcanzando también a ellos como factor de poder cuestionado y tendrán que esmerarse más a pesar de su virtual monopolio desinformativo.
Vamos al artículo.  ´
En el punto 1, Los Testigos, habla de sus supuestos decires y desdecires. Justo le niega la calidad de testigo protegido a Ariel Garzi, de quien todo el mundo supo que tenía esa figura legal gracias a la infidencia de Patricia Bulrich en el Congreso.
En el punto 2 habla de prendas encontradas y prendas usadas para rastrear. Pero comenta no servirían ya que tienen "distinto aroma".
Aquí hay dos "errores". Uno: el olfato de los perros no es prueba legal, no sirve para aceptar o descartar nada. Dos: Clarín ¿no sabe o no quiere saber que el contacto de una persona con un objeto solo es confirmable por huella digital, cuando es detectable, o mediante prueba de ADN?
En el punto 3, aquí Clarín
parece anoticiarse sobre la relatividad de los aromas, ya que pone en dichos del juez dudas sobre la eficacia en el rastrillaje del campo donde se denuncia secuestraron a Santiago ("capturaron" es un término legal que se corresponde con orden de detención, alojamiento ubicable en dependencia correspondiente, derecho a abogado, etc. Si lo aprehendieron y no aparece es secuestro, no captura)
Volvamos; la contradicción entre esos dos momentos es sobre todo temporal: en el primer momento los perros fueron hasta un unimog ubicado donde los testigos dicen que fue secuestrado Santiago . En un segundo rastreo, un día después, los perros van más lejos. Dejemos de lado que los Unimog tienen por característica ser movidos y vayamos a la duda: el día anterior rastrean tantos metros y se detienen, el segundo los perros siguen medio km más. ¿Habrá caído algo en ese lugar, desde alguna parte, entre un día y otro? ¿algo que tuvo la virtud de confundir a los perros? Qué extraño ¿no?
En el punto 4. El tema es ¿Cómo reconocer sangre en una o varias manchas de varios días? Clarín dice que "los peritos no estaban seguros de que se trataba de sangre por “el color opaco”. Descartemos la licencia de definir la opacidad como un color. Los Moura nos decían que "la distancia va perdiendo su espesor" y era poesía. También la inteligencia de este relato pierde va perdiendo espesor conforme se avanza en él. El luminol (5-amino-2,3-dihidroftalazina-1,4-diona) reacciona con el hierro presente en la hemoglobina de la sangre. Esto se sabe desde 1928 y se usa desde
1939 para detectar rastros de sangre  ¿Patricia Bulrich es la única que ve series?
En el punto 5 saltan los relojes. Dejo varios errores para que se puedan entretener en descubrirlos, pero me detengo en uno. Dice Clarín: "Según testimonios de los ocupantes de Cushamen, en Esquel, la madrugada del 1° de agosto los agentes ingresaron al campo y les dispararon. No hay registro oficial de que esto haya ocurrido ni declaraciones ante el juez". O para Clarín es habitual que un allanamiento ilegal se asiente en los registros correspondientes y se reconozca ante un juez o lo que sucede es que Clarín no cree que se haya producido el ingreso al campo. Pues bien, en la frase siguiente Clarín dice que "los gendarmes actuaron de oficio ante el ataque de un grupo que los agredió con piedras. Este avance no fue producto de una orden judicial sino una acción táctica destinada a proteger a los escuadrones." Y unos renglones más abajo cierraa cierre de este punto con "Fue Juan Pablo Escola, segundo jefe del escuadrón de Esquel, quien lideró a los 31 gendarmes que ingresaron al campo." Así que no hay registro oficial, pero Clarín sabe qué es lo que sucedió aunque no dice cómo se enteró. ¿O?
En el punto 6, La detención, dice que "no hay registros de detención alguna, que el juez no fue notificado de ninguna" y cierra con que "El comandante Badie, incluso, dijo que se enteró varias horas después de que Gendarmería había detenido supuestamente a alguien.". ¿Entonces?
Dejo el 7 para que se entretengan con otros erroes y paso al 8: La relación con los Mapuches. navegando en versiones, el texto desemboca en : "Fuentes de la investigación descubrieron que el joven ingresó numerosas veces desde Chile por pasos fronterizos sin que hubieran quedado certificadas sus salidas del país." ¿Descubrieron? el manual de estilo de Clarín habla de la contradicción entre ser asertivo, hacer afirmaciones en base a versiones no confirmadas por quien escribe ¿cómo descubrieron? ¿cómo lo verificó Clarín? Incluso tiene una pista para dudar; no quedaron certificadas salidas del país. Pero se afirma que sucedió: ¿hay cámaras ocultas en pasos clandestinos?
El texto confirma los riesgos de dar por cierto lo no confirmado: el redactor ya lanzado en carrera sigue y da por cierto que Santiago era "correo de los mapuches". ¿Qué se supone que sea ser correo? ¿por qué correo de los mapuches y no de extraterrestres que usan la cordillera para estudios sobre nuestro planeta?
En el punto 9, Los celulares de Maldonado. dice que tenía tres (3). No explica cómo está verificado esto. El final desbarranca en "un celular al que Ariel Garzi hizo una llamada contestada con silencio durante 22 segundos." 
No se redacta así: contestar es producir algún tipo de mensaje, no evitar hacerlo. Avancemos sobre que se quiso redactar, la frase sería "una llamada en la que se activó la escucha, pero quien o quienes estaba/n junto al celular al parecer guardaron silencio durante los 22 segundos que el celular estuvo abierto". Ni en Clarín, donde se extrañan las plumas de Cardozo o Halperín, se escribe tan mal. A menos que se quiera esquivar lo que la escena permite deducir: ese celular está en manos de alguien que no quiere ser identificado.
10. Dónde estuvo Maldonado. Se supone, el título lo señalaba, que, el artículo deplegaba "una por una las contradicciones de la investigación". Hay más contradicciones sí, pero no en este punto. Todas las versiones, incluida la de un testigo que el artículo da como dudoso, coinciden que hasta el 30 se vió a santiago en la zona.
El 11 rumbea para que todo recaiga sobre un puestero que habría respondido a una agresión grupal con un gesto defensivo y en la que aprovechan para introducir la posibilidad de muerte de Santiago.
En el 12 deja en la nebulosa si los familiares fueron solícitos o no en prestarse a las pruebas de ADN. Raro: al parecer no les preguntaron a Ellos.
Otranto, no es Bonadío, aunque le llevó 3 semanas caratular la desaparición forzada de Santiago como lo que es: una DESAPARICIÓN FORZADA, es decir, en el sentido más lato de las palabra, un secuestro con participación estatal.
De todos modos, Clarín, fiel a la labor que viene realizando con tanta persistencia, produce este artículo para que Otranto tenga letra, en caso de que el juez quiera cumplir con lo que el gobierno espera de "sus jueces": un fallo a pedido.
No conozco a Otranto, pero creo que se le haría bastante difícil armar un fallo creible a partir de semejante brulote

viernes, 25 de agosto de 2017

Las PASO: El escándalo, el lobo y los corderos

Muchos se preguntan, tras las PASO y la novela de los resultados ¿Por qué Cambiemos no reconoció hasta hoy el triunfo de Cristina en Buenos Aires, ni reconoció antes el de Agustín Rossi en Santa Fe? ¿No hubiera sido mejor decir la verdad y evitar el escándalo de la mentira descubierta?
Las respuesta es que no son esas las prioridades de Cambiemos ni es esa su manera de evaluar los riesgos.
Por ahora el escándalo, bastante entibiado por una acción mediática sin antecedentes, es un costo mínimo en relación a dos cuestiones que vale la pena considerar.
Una, ningunear el triunfo de Cristina, llevarlo al limbo de lo sin final. Despojarlo de contundencia al paso de los días y la sucesión de nuevos ejes de interés.
Triunfo en mano, a Unidad Ciudadana se le podría haber ocurrido volver a llenar Arsenal, o la Universidad de Matanza o el lugar que sea. O, a Cristina, saludar a todo el pueblo, agradecer y convocarlo a retirarse a descansar y celebrar la democracia. O llamarlo a velar por ella. Un amplio pliego de posibilidades para quienes ganaron la provincia más numerosa y la tercera, tras meses de darse por terminada su vida política. Fuera la que fuera su decisión, la contundencia de esa foto no hubiera requerido zócalo, efectuaba un corte en la realidad por su propia presencia.
Ejecutada la maniobra conteo sesgado-planillas triple cero- interrupción programada, hubo que emplear energías, muchas, en computar progresiones, lograr difusión a la madrugada, controlar papeles y ánimos, y contrarrestar los carteles televisivos de "empate técnico", lo de las "picardías", etc.
Si Cambiemos hubiera aceptado el triunfo el mismo domingo se exponía, en su óptica, a que el lunes Cristina inicie el día con un pliego de reclamos y una, ¿quién sabe? convocatoria al PJ nacional. El cómplice directo de la maniobra, Massa, 1Pais todo, hubiera tenido que saludar a la ganadora y reconocer su vigencia en lugar de afirmar que el electorado de la provincia había votado,"contra lo viejo".
La segunda y no menor cuestión: Mostrar poder, capacidad para hacer a lo que les resulte necesario desde el gobierno. 

¿Mostrarle poder a quién?
- En primer lugar a los amos del Norte. El vicepresidente yanqui vino a comprobarlo in situ. Si no se pudo ganar al menos reducir la derrota, disfrazarla de triunfo. Ellos saben de eso y en principio parece bastarles, sobre todo porque no ponen un dólar.
- A la tropa propia el mismo domingo (en todas las elecciones que el PRO o Cambiemos perdieron, en Capital y Santa Fe, Macri se reclamó como ganador y reclamó el reconocimiento de parte de los que finalmente demostraron haber ganado).
- Al frente oligárquico- corporativo (subió la bolsa, se paró un poco la suba del dólar y todos sus referentes salieron a celebrar el Cambio, Roca en punta).
- A todas las argentinos y argentinos que aún no ven una alternativa. En momentos de confusión social, la ejecutividad, la firmeza en la toma de decisiones, suelen dar un poco de tiempo al gobierno. 

Es cierto, esto puede tener un costado efímero, pero también uno acumulativo. Cada día que tarda en develarse la real respuesta electoral, es día ganado para más medidas de traslación de riqueza y derechos desde el pueblo hacia los sectores más concentrados del poder, más acumulación para el gran capital, fragmentación para las mayorías. 
Si no se comprende su lógica, la de Cambiemos, se corre el riesgo de ir del exitismo a la desazón frente sus acciones. No es nuestra lógica, no son como nosotros, se comportan más como un ejército de ocupación que como compatriotas o conciudadanos.
Salvando las distancias, vale recordar una anécdota sobre Alemania 1933. Se duda si el actor principal fue Heidrich o Goebbels. Ya en las escalinatas del Reichstaig, camino a jurar por sus escaños obtenidos en elección, uno de los nazis que resultara electo comenta al resto: "el lobo entra al corral de los corderos".
¿Es exageración recordar aquello? Habida cuenta de la situación de quiebra económica, moral y social a que ha llevado al país en busca de acabar con nuestra cultura de inclusión, es el bloque de poder el que debe demostrar que tiene límites. Hasta ahora lo ha intentado todo, desde el genocidio hasta nuestra cooptación y, tras la resurrección 2003/2015, vuelve a sus peores prácticas.
Hoy, en conferencia de prensa por la quema de dos automóviles frente al MINISTERIO DE SEGURIDAD de la Provincia de Bs. As.,  frente a lo que cree un atentado porque en los automóviles habría pólvora y petardos, el ministro Ritondo informó tener dos hipótesis:
A. El atentado habría sido obra de "un desprendimiento de la marcha de hoy" (por la aparición de Santiago Maldonado) "donde se observaron actitudes de provocación reiteradas, a las que no se respondió para no generar hechos más graves". Es decir, los que reclamamos y nos movilizamos por la aparición con vida de Santiago y el juzgamiento a sus secuestradores, seríamos capaces de cometer atentados contra ministerios.
B. Podrían haberlo producido las mafias que se sienten afectadas por las acciones de la gobernación que, "como se sabe, se ve obligada (la gobernadora) a vivir en un cuartel por las amenazas". Para esta segunda hipotesis desplegó un arco que abarcaba desde Etchecolatz y la lesa humanidad hasta ¡La Salada y Castillo! Faltaron los trapitos. No los mapuches que estarían comprendidos, se sabe, en la hipótesis A.
A propósito de una opereta tara-service el ministro Ritondo, que no explica ni le preguntan, cómo puede no haber cámaras de seguridad frente a un ministerio de seguridad se permite, al asignarles ese atentado como posibilidad, poner del mismo lado a las y los luchadores por la democracia, a los genocidas y a corruptos y traficantes. Gracias a Cambiemos el país evolucionó hacia 3 demonios, en lugar de los tradicionales dos.
Tanto el prime time de anoche y como el de hoy a la mañana tuvieron como eje los autos quemados, sin que siquiera asome el rostro de Santiago Maldonado.
¿Berreta? Por supuesto, no son Oliver Stone, ni Favio, ni los hermanos Cohen.
Pero si se tiene al Estado, se cuenta con los dueños del país, con los medios, con la complicidad de la tercera fuerza política y con unos cuantos de los perdidos en combate 2015/2017, el efecto de verdad puede entonces ser efímero pero no deja de ser acumulativo. No es el amor popular, ni el consenso lo que buscan, sino más poder y el pueblo dividido, para seguir adelante sin demasiadas trabas, sin demasiada resistencia.
Por eso es inútil confiar en que se vayan enredando solos, esperar su autofagocitación. No va a pasar.
Para disputar con una acumulación de poder así, se necesita de la memoria y de el Estado.
Al Estado tenemos como horizonte recuperarlo en un par de años y nada debe distraernos de ese objetivo y de los pasos a seguir para lograrlo. Las PASO muestran, ante todo, una buena respuesta popular a nuestro diagnóstico de situación y a nuestra decisión de expresarlo desde los mismo sectores que lo padecen. Ahora es necesario que irrumpa la esperanza, un compromiso y medidas claras hacia la salida de estos tiempos difíciles.
Memoria nos sobra y hay que apelar a ella cada vez que la situación pinte confusa. Está en nosotros y si alguna vez se nos oscurece, está el pueblo, solo hay que saber buscarla.

miércoles, 16 de agosto de 2017

CAMBIEMOS: UNA MAQUINARIA PERVERSA Y DEGRADANTE.

Cristina Fernández y Agustín Rossi desgranaron hoy en un diálogo preciso y racional los hechos que hubo que enfrentar en las PASO 2017. 
Ganadores en sus respectivos distritos, uno tuvo que apelar a un llamado a C5N para que no se interrumpa el conteo de votos en Santa Fe, de modo que una ficticia ventaja de Cambiemos por 5 puntos terminó en Triunfo. 
En el Caso de Provincia de Buenos Aires, ya nadie puede dudar del Triunfo de Unidad Ciudadana. Pero elelectorado queda víctima de una operación destinada a postergar en más de una semana la proclamación De Cristina a fin de limar su triunfo con miras a reducir su electorado en octubre.
Se sesgó el conteo de votos en ambos distritos casi sin ocultarlo.
Estas acciones de manipulación de información y fraude electoral del gobierno  retrotraen nuestra vida politica a la década infame. 
Cierto es que el momento que vivimos es otro: buena parte de nuestro pueblo tiene representación política leal y genuina y liderazgos reconocidos. Por eso pudimos triunfar en tantos distritos y defender nuestro triunfo allí donde trataron de escamotearlo.
pero también el momento es otro para una derecha que viene a la ofensiva en todo el mundo: ahora tiene un partido más explícito que en los años ´30. 

Si eso pudo parecer auspicioso a algunos analistas y referentes  cuando el PRO y sus aliados sólo actuaban  como maquinaria de difamación y traba a los avances en la inclusión social y política de vastos sectores de ciudadanía postergados, hoy con su acceso al gobierno ya no son traba: excluyen y someten mediante el uso discrecional de los tres poderes. 
Lejos de servir para democratizar a la derecha y promover su respeto a la ciudadanía toda, Cambiemos opera como un instrumento de compromiso de sectores sociales con el ejercicio de prácticas de exclusión. Pobres que rechazan a pobres, trabajadores obligados a desligarse de su relación con otros trabajadores, jóvenes, pobres y todos quienes no resultan necesarios para el proyecto Cambiemos son condenados a la demonización.
La matriz que produce manipulaciones electorales, privación de pensiones, represión violenta a reclamos y promoción de legislación opresiva es la misma: se usa cualquier mecanismo para restitur el país todo a mano de quienes se consideran sus dueños naturales: la oligarquía y las corporaciones.  Si hay ley que lo haga posible se la usa, si no la hay se promueve una con excusas como modernización, actualización, reparación. Si no resulta, se opera fuera de la ley. Y si no se espera mucho rechazo de esa poperación, hasta se muestra esta conducta como forma de que el conjunto social vea a que se expone disputando con la mayor concentración de poder que haya logrado la derecha en democracia, en décadas.
Así en las PASo resaltó al comienzo la manipulación de datos para que Cambiemos pudiera evitar reconocer que Unidad Ciudadana triunfó en la Provincia de Bs. A.s y Santa Fe. Con el paso de las horas emerge la falsificación de datos: decenas de urnas sin votos para Unidad Ciudadana, miles de ciudadanos no registrados a pesar de haber votado.

La actitud de ministros, candidatos y autoridades de Cambiemos, lejos de revisar lo sucedido, vas desde de culpar los perjudicados hasta banalizar la gravedad de los hechos. En medio , millones de ciudadanos ven azorados como vuelve el "republicanismo" fraudulento . 
Con toda la carga que tiene de despojo a la voluntad del electorado, la perversión de estas conductas no se restringe al ocultamiento y la estafa. Cambiemos, hoy en uso de todo el aparato de Estado para imponer de cualquier modo la exclusión neoliberal, está comprometiendo a sus integrantes y seguidores en estas prácticas antidemocráticas, promueve la cultura del despojo hacia todos los sectores de la sociedad, intenta normalizar estas formas a como de lugar, para impedir la recuperación de espacios de gobierno por parte del pueblo. 
El hecho de que las ilegalidades cotidianas del gobierno de Cambiemos se hayan incluido en la cultura humorística de nuestra época indica hasta qué punto se va corriendo el límite de lo legítimo en el derecho, la democracia y los vínculos sociales.
No podemos ni debemos dejar pasar ningún intento de normalizar este retorno a la infamia. El dejar pasar, el comentario banalizador o la repetición de frases hachas como "no es para tanto", "siempre se hizo", "son picardías",  sólo sirven al objetivo de normalizar, legitimar lo que corroe al tejido social y la democracia.
El tono de este diálogo entre dos referentes a quienes se trató de escamotear su triunfo junto a millones de votantes en Provincia de Buenos Aires y Santa Fe, Cristina y el Chivo, junto al reclamo inclaudicable y la defensa de lo conquistado son la mejor forma de enfrentar esta anticultura que viene por la ruptura de todos los lazos de solidaridad y convivencia que nuestro pueblo ha construido a lo largo de décadas de lucha y resistencia.

Milagro Sala : LA ESPERA TAMBIÉN ENFERMA

Quienes estuvieron privados de la libertad lo saben. 
Quienes estuvimos privados de modo ilegítimo también: todo lo que uno hace en la cárcel es para ocupar ese tiempo de encierro, restarlo a la espera de lo que está muy lejos, negar de algún modo esa privación de hacer nuestra voluntad. 
"Robarle un día al juez" decían los detenidos sociales en Devoto cuando lograban, servicios personales o compra mediante, dormir un día entero gracias a alguna sustancia de ingreso non sancto. Para "los políticos" la cosa era otra: convivencia, estudiar, gimnasia, estrechar vínculos a fin de estar cada día un poco más enteros y formados. 
Una vía u otra van, con diferentes consecuencias, al mismo lugar: que no nos priven de la posibilidad de "ganar" de algún modo ese tiempo de vida que nos roban.
Es en buena medida ilusorio, por supuesto: seguimos allí, tras las rejas, pero al disputar de modo imaginario esa situación estamos preservando nuestra salud mental, es un imaginario al servicio de esa salud. 

Y ya no va a abandonarnos. Aparecerá cada tanto, ya fuera de la cárcel, como un reflejo, una sensación, a veces un detalle, a veces un estallido, a veces el deterioro físico o psíquico que no cesa a pesar de logros, vínculos y el haber reconstruido una vida en libertad.
Hay muchas circunstancias que hacen difícil cumplir aquel objetivo estando en la cárcel. Tal vez una de las más complicadas es la que vive hoy Milagro: levantarse cada día esperando que se cumpla una decisión que ya se ve como inevitable: que el poder judicial decida sacarla de la cárcel. 

Es, y lo digo con la experiencia de haber esperado meses que se cumpliera, aún con retraso, mi salida de la cárcel y el paso a libertad vigilada en 1982: la libertad, ya decidida adquiere una concresión tal que arrasa con todas las defensas que uno vino construyendo, está allí afuera, donde uno casi olvidaba cómo era, está y reclama toda la atención, toda expectativa. Los días se compensan en hablar con los compañeros, las noches son interminables y las rejas recobran toda su presencia.
También hay que lidiar con el hecho que que las compañeras y compañeros de militancia ya detenidos en Jujuy y Mendoza seguirán en esa condición, sin expectativa pronta de poder seguir el devenir de Milagro. 
El Juez Gastón Mercau, respondiendo con lentitud a la deciusión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)  decidió hoy la excarcelación de Milagro Sala, pero en condiciones imposibles de resolver en breve.
A la dificultad de sustraerse a la espera se agrega lo degradante que resulta, ya que si bien el poder se manifiesta privándote de la libertad con sustento legal, mucho más omnímodo y brutal aparece cuando lo hace sin someterse a legalidad alguna, o cuando te basurea con maniobras como ésta: decidir que te lleven a un lugar destruido "cuando resulte habitable". ¿Qué lugar definió como domicilio para Milagro  el juez Gastón Mercau? Un local de la TUPAC que operaba como,centro de rehabilitación de usuarios de sustancias que fue en 2016 saqueado y destrozado.
Están ya reclamando sus abogados y el Comité por la Libertad de Milagro Sala emitió un comunicado promoviendo que se fije otro lugar de alojamiento para que pueda salir ya. También para que revisen condiciiones que fijara el juez y que no se corresponden con la legislación sobre arresto domiciliario. Más arbitrariedad.

El otro tema es que tiene otras dos preventivas, por lo que deberían expedirse en igual sentido esos jueces. La cosa es seguir porque vuelva a estar entre nosotros y su pueblo pueda contar con Milagro Sala.
Las espaldas de Milagro se nutren de su militancia y su gente, pero el poder judicial y ejecutivo de Jujuy siguen teniendo, como se le informó a la CIDH en mayo de este año, el objetivo de destruir su condición física y psíquica.
Nada personal, simplemente otra tarea de las que Cambiemos vino a cumplir con su acceso al gobierno: borrar  de la realidad política argentina toda traza de dignidad y acceso a derecho de las mayotías populares.

Milagro Sala: nuevas y viejas formas de destrucción subjetiva



El caso Milagro Sala y los detenidos y detenidas por razones políticas en Jujuy y Mendoza [1]

El marco desde el cual considerar la situación de detenidos y detenidas políticas en Argentina es la existencia de un genocidio y sus consecuencias hasta la actualidad, en particular la referencia que tiene para un detenido político hoy la suerte corrida por miles en su condición décadas atrás.
Si bien la gestión 2003-2015 consideraba una cuestión de principios la no represión de la protesta social y la disidencia política, hay que agregar aquel elemento histórico a la existencia de ese principio: nada que se relacione con el genocidio puede repetirse en democracia.
El caso de Milagro Sala y las otras cuatro detenidas en la Cárcel de Alto Comedero, así como de los dos detenidos en la Cárcel de Gorriti, define un claro cambio de paradigma también en esta cuestión: se detiene a personas por sus convicciones políticas y su militancia y se integra a esta detención arbitraria e ilegal un trato vejatorio y abusivo, claramente destinado a afectar su integridad física y psíquica.

Negativa de la condición política de la detención

En primer lugar se desplaza la justificación de sus detenciones del motivo político a falsas acusaciones por manejo de fondos o modos de protesta. De este modo se busca aislarlas de su medio social y convertirlas en enemigos públicos mediante su identificación con dos temas muy urticante para la opinión pública: la corrupción y la violencia.
En cada traslado a Tribunales o algún servicio de salud son conducidos con gran despliegue de fuerzas de seguridad y de una cobertura mediática de igual magnitud, destinados a que la sociedad vaya identificándolos como un peligro público
Ello constituye una afrenta para estas personas que han dedicado sus vidas a ayudar a miles de seres humanos provenientes de los sectores más humildes, vulnerables y vulnerados de la sociedad. Lo
que para cualquier persona puede ser motivo de orgullo es convertido, mediante el encarcelamiento arbitrario, el escarnio público y la extensión de este a familiares y allegados, en un motivo de culpa por la agresión a que son sometidos los suyos, vergüenza por una exposición pública impropia y la desazón de quien es vulnerado en sus derechos elementales.
Todas las detenidas refieren haber sido presionadas por jueces y fiscales para que creen denuncias contra sus referentes, en particular contra Milagro Sala, a cambio de lo cual se le dan promesas de libertad.
Esta metodología tiende a generar:
• sensación de indefensión, de no poder contar con un marco legal para la acción institucional.
• un refuerzo de la culpa personal ante los prejuicios que sufren terceros, perjuicios y hostigamiento público que supuestamente cesarían si ellos reconocieran algún delito, sean ciertas o no las
acusaciones.
• se habilita de este modo el desplazamiento del origen de las injurias hacia la misma persona que la recibe.

Extensión del acoso a familiares y allegados

Cada entrevista con las detenidas corrobora un trabajo oficial de permanente deslegitimación y estigmatización y el continuo acoso y persecución a sus familiares y seres queridos por parte del poder político, judicial y las fuerzas de seguridad, puntillosa y sistemáticamente
amplificados por los medios de comunicación.
Hijas e hijos, hermanas y otros familiares han sido sometidos a allanamientos, se les han secuestrado bienes sin otra justificación que la de sumarlos al montaje mediático judicial.´
De este modo se produce a estas personas y los detenidos un triple prejuicio:
• se muestra a sus familiares como sospechosos de realizar ilícitos,
• se priva a estos familiares de aquello que necesitan para proveer a su subsistencia,
• se promueve entre las detenidas y detenidos, cabe reiterarlo, la culpa por la suerte que sufren sus familias.
Esta presión emocional a que se somete a detenidas y detenidos, promueve en los mismos su negativa a ser asistidos por dolencias de pronóstico reservado, la aparición de cuadros de depresión severa y diversas formas de autoagresión destinadas a terminar con semejante padecimiento propio y de sus seres queridos.
Deterioro físico

Dolencias previas de importancia, en dos casos probables tumores, también dolencias producidas tras la detención son ignoradas por las detenidas para no tener que pasar por el montaje mediático judicial descrito. La atención médica en el Penal de Alto comedero, así como en Gorriti es de suma precariedad, por lo que la elección es inevitable: traslados a hospital con gran despliegue represivo o ignorar la dolencia y que siga su curso

Acoso y vejaciones en el lugar de detención
El trabajo sobre el medio social y el acoso a sus familias se complementa con las condiciones particulares en que se desarrolla su prisión en Alto Comedero.
En su cercanía con las celdas de castigo han tenido que oír las golpizas a que someten a otras detenidas, han presenciado alguna incluso con consecuencias severas para las personas agredidas.
Se promueven situaciones de conflicto con otras detenidas que si bien no son aceptadas por Milagro y las otras compañeras agreganuna tensión permanente a la privación ilegal de libertad a que están
sometidas.

Supresión de intimidad

En el caso particular de Milagro Sala, se agrega a lo descrito la permanencia de agentes rotativos del Servicio Penitenciario junto a ella durante todo su tiempo de vigilia, controlando a su lado cada
acción que la detenida realiza, desde hablar por teléfono, comer, higienizarse hasta en el momento de evacuar.
Se trata, por lo tanto de una supresión del derecho de Milagro Sala a su propia intimidad.
En tanto constitutiva del ser humano y de su capacidad de socializar, producir y amar4 la violación de la intimidad es una clara violación del derecho a ella y por derivación, del derecho a la integridad,
definida esta última, como “equilibrio armónico entre los aspectos corporales, psicosociales, intelectuales y morales en la vida de una persona. El derecho a la integridad psicofísica es amplio e implica la protección de la persona como unidad psicosomática” 5.
Todo detenido, si los pasos legales que una detención legal requiere lo determinan, puede ser privado de su libertad. No así de su derecho a la integridad e intimidad.
La supresión del espacio de intimidad, de la realización cotidiana de esta intimidad, configura una acción de impacto regresivo sobre la persona que es privada de ella. Regresivo porque la retrotrae a un periodo en el cual su desenvolvimiento estaba reglado y condicionado desde afuera por el mundo adulto. También regresivo porque así se crea un marco de sometimiento primario más allá del encierro mismo, una invasión sobre su subjetividad que puede alterar y deteriorar su condición psíquica.
Toda detención debe preservar a la persona y a su entorno social 6.
Por ende no puede incluir acciones que deterioren la condición psíquica del detenido y promuevan su despersonalización.
Esta práctica operada en el Penal para con Milagro Sala instala una forma de maltrato que, sea cual sea el objetivo que se explicite, constituye una forma de agresión psíquica extrema. En otras palabras
una forma permanente de tortura.




4 Definición de salud de Sigmund Freud.
5 Alfredo Kraut: Derecho a la Integridad, en Diccionario Latinoamericano de Bioética
6 “Las cárceles de la Nación serán […] para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas” Constitución Nacional, Art. 18.ca, Director Juan Carlos Tealdi, UNESCO, 2008, (pp. 334-337)


[1] Violación de Derechos Humanos- Informe preliminar del 1º Foro por la Libertad y la Democracia
Entregado a la CIDH el 19 de mayo de 2017, en la ESMA, desde el Foro por la Democracia, Página 203