miércoles, 14 de junio de 2017

ERNESTINA HERRERA: FINALES DESEADOS


Rodeada por su familia, como mi abuela materna. 
Sobreviviendo a su tiempo en los relatos de hijos y nietos, como mi abuelo paterno, el de la carreta a Mendoza y el "mateo" en Luján. 
Recordada siempre, el corazón latiendo fuerte y una lágrima al borde de los ojos, como se nos sigue presentando Evita. 
Con llantos y festejos, una multitud que parecía no completarse nunca, con jóvenes y no tanto corriendo tras el féretro camino al aeroparque como si estirar el ultimo adiós lo mantuviera mas tiempo vivo entre nosotros. Como Néstor. 
Con una sonrisa aflorando a su recuerdo, multitudes allá lejos y el coraje siempre presente, como Chávez. 
Con la sensación de irse el padre de todos, lo más parecido a aquellos ancianos que reunían el pasado y el futuro para su comunidad. Sabio y amado, como Fidel. 
Como hubiera querido Joaquín Areta, recordado por lo que hizo por los suyos u olvidado, si no lo hubiera merecido. 
Sombra en los ojos de sus once hijos al recordarla, silenciosa, prolífica, toda ternura, también misterio, como esa abuela paterna que tardé años en saber que "era india" y llegó a Luján en uno de los viajes de mi abuelo. 
Bueno, capaz de dejarlo todo por una mujer, hasta su tierra, como me llegara en otros relatos mi abuelo materno. 
Sonriendo con un guiño, siempre al borde de la ocurrencia, anticipándola en la mirada, como uno supone que pudieron pensarla para sí mismos Fontanarrosa, Soriano. 
Dignos, con entereza, algo avergonzados por la perversión de sus asesinos, como Valle y sus compañeros en la espera. 
Desolado en la pérdida de lo más querido y a su pesar lúcidos, anticipando futuro aún en medio del dolor y la derrota, como Walsh, como Oesterheld. Como Miguel Hernández y Neruda. 
Como la luz y la alegría de una época, como Marito Ísola. Como la ingenuidad, en el cuerpo y en la inteligencia de Guillermo Barros. Como el tiempo mejor que inexorablemente llegará y que asomaba en la mirada de Manuel y Analía.
A todos nos llega la pregunta, siempre esquiva: ¿cómo será mi final? ¿cómo se extenderá ese momento por días, ánimos, gestos, recuerdos u olvidos cuando esta vida termine? ¿Cómo habrán de recordarme?
Con más o menos esperanzas un poco de tibieza sigue a esas preguntas cuando en el balance asoma algo que nos justifique, nos haga queribles, necesarios. Y el escozor de todo lo que habrá de quedar por hacer y no será.
Pero no todos llegamos de ese modo.
Digo, morir siendo Ernestina Herrera y saber que sólo con la muerte acabaría con su mentira, su esquivar denuncias y repudios, su silenciar el origen de hijos robados, su ignorar las miradas que aún cercanas esperan que su muerte le llegue, no vaya a ser que la lesa humanidad vuelva a ser considerada y los bienes malhabidos  puedan otra vez ser cuestionados, disputados, recuperados. Sentir, antes que la solidaridad del amigo, la preocupación del cómplice. Morir y dejar como herencia, junto a innumerables bienes, dos identidades falsas. ¿Cuántos dólares valen conocer tu origen? ¿Cuánto te valorás si no te importa?
Una vida degradada y la espera de una muerte igualmente degradada que al fin llega.
Hoy pasó. Murió la apropiadora de Papel Prensa y de dos personas anónimas a los que se permitió llamar "hijos", una beneficiaria de dictaduras y parásito de democracias. 
Nada que lamentar, más que el seguir viviendo un tiempo en que la humanidad conviva con esos modos de ser. 
Nada edificante: sólo un motivo más para construir otro tiempo en que las Ernestinas, los Videlas, los Blaquier, los Pinochet, los Franco sean un mal recuerdo.

jueves, 8 de junio de 2017

VENEZUELA ¿NUESTRO FUTURO POSIBLE?

En estos días se multiplican referencias  sobre la ofensiva violenta de la derecha en Venezuela y hay que reconocer que su repercusión es aún bastante limitada.
Dos solicitadas con firmas de diversos países han venido, sin embargo, a sacudir esta modorra. La primera, "Llamado urgente...." se publicó el 30 de mayo. La respuesta no se hizo esperar: "Con la revolución..."  se publicó unos días después. Ambas coinciden en una sola cuestión: son irreconciliables.
Vale la pena detenerse a pensar la situación en el país hermano, no sólo por solidaridad con un pueblo que suma al bloqueo y el acoso de los poderes imperiales la realidad de una escalada violenta en sus propias calles y contra sus propias instituciones democráticas. También porque Venezuela constituye un laboratorio para la derecha latinoamericana, en el que ensaya qué hacer ante aquellos gobiernos populares que no puede voltear por la vía electoral ni la jurídico/ parlamentaria. 
La oleada popular en la región que comenzara con el chavismo, va siendo neutralizada mediante con el retorno de gobiernos de derecha en algunos de nuestro países. Pero las vías por las que se produjo esta restauración conservadora parecen no prosperar en Venezuela , al menos hasta el momento. 
Cuando Macri y sus cachiches dicen "esto pudo ser Venezuela", " íbamos a ser Venezuela,", etc, no sólo están aprovechando los efectos de la campaña mundial de demonización sostenida desde medios, gobiernos y organismos internacionales y locales contra el chavismo, ese fantasma insoportable que el imperialismo y las corporaciones quieren borrar del mapa. 
Al referirse a un posible futuro venezolano para nuestro país y erigirse como aquellos que lo salvaron, Macri y los suyos denuncian haberse curado en salud de ese futuro y haber considerado qué hacer si las elecciones de 2015 hubieran tenido otro resultado. O si las próximas marcaran un camino de retorno para el proyecto popular. 
La salida violenta que cacarean a diario no es por supuesto la popular de los ´70 contra las dictaduras sudamericanas. Tampoco es la de ese tipo de dictaduras, sino la semiinsurreccional, mezcla de desabastecimiento, mercado negro, bandas lúmpenes y paramilitares haciendo lo más fácil, destruír sociabilidad mediante el hambre, la inseguridad y la agresión gratuita para que se justifique y acepte en una gran porción de la población una salida autoritaria. Una salida  promovida por el gran capital contra gobiernos que redistribuyen a favor del pueblo lo que las corporaciones consideran que les pertenece por su lugar en la sociedad, por supuesta estirpe y, sobre todo, por detentar la propiedad del capital.
En nuestro caso, considerando que las FFAA y de seguridad locales tiene un tinte y una realidad diferente a las de Venezuela, se pueden prever diferencias en esa salida. Alguna pista dan la compra de armas, las gestiones por bases de EEUU en nuestro país, el retorno de la discusión sobre el uso de las FF en seguridad interna, las operaciones de inteligencia y el espionaje político, el papel creciente y "desmanejado" que va teniendo la gendarmería. Todo sea por garantizar que al país lo manejen sus dueños, De adentro y de afuera. 
Sin considerar tiempos, conceptos y definiciones de la primer solicitada, francamente inaceptables,  es preciso puntualizar en ese texto y actitud un problema básico: frente a la confrontación entre un gobierno popular acosado y agredido y una oposición oligárquica armada no existe esa tercera posición que tratan de esbozar: o se aporta a derrotar el ensayo antipopular o se aportan argumentos para la continuidad de ese ensayo y un precedente para su uso contra los pueblos en otros países de la región.  
Un artículo reciente de Marco Teruggi, "El orsai intelectual ante Venezuela", da un panorama importante de cómo se juega esa salida de derecha en Venezuela y convoca a la vergüenza ajena en su análisis sobre la solicitada librepensadora y sus firmantes locales. 
Para quienes quieran informarse más sobre la primera solicitada que, supongo ingenuamente, publicaron los intelectuales en cuestión un día antes de una reunión de la OEA en que Almagro iba por la intervención en Venezuela, se ha marcado el enlace. En el mismo puede verse, además, la clara y digna respuesta de gente de la talla de Stella Caloni, Telma Luzzani, Michel Collon, Frei Betto, entre otras y otros.