viernes, 16 de septiembre de 2016

Chau Topo, todo lo material....

"Los pibes militan, son elegidos por sus compañeros, quieren tener argumentos para defender sus intereses y para fundamentar en negociaciones y debates.  Ya hubo algunas charlas sobre peronismo, quieren también tener en cuenta los motivos y objetivos de la izquierda"
Hace un mes y medio, en casa del Topo, con su amigo Eduardo, dirigente del Sindicato en cuestión y con Cecilia vamos planeando un curso para delegados gremiales. El Topo y yo yo somos +60, Cecilia se acerca, Eduardo es más joven. Pero el entusiasmo es el de siempre. El que nos hizo encontrar en el 2001, CTA mediante, el que nos hizo intentar mil cosas en estos años.
El Turco Germán solía decir, "apurémonos a hacer lo que podamos, no dejemos las cosas para el tiempo que nos encontrará hablando de enfermedades en la sala de espera de algún hospital·. Germán Abdala se fue mucho antes que nos llegaran esos tiempos. Pienso esto a propósito que interrumpimos un poco los planes del curso hace unos días, a la espera que el Topo salga de una neumonía. Hace justo una semana, ya repuesto, me llamó para retomar la cosa.
La vida del Topo, militante del PC en otras épocas, de Mataderos, devenido en kirchnerista para concluir que ser comunista pasa por ser peronista en nuestro país y presentar su ficha de aifliación al PJ de la zona, no da para una semblanza corta ni me da el cuero para intentarla.
Hijo de la, quizás, más antigua militante comunista con vida en la Argentina, se preocupaba por los achaques que la vejez le traía a su madre. Hoy el Topo ya no estará para ella y será difícil encontrar cómo decírselo.
El Topo fue responsable de diversas áreas del PC, fue miliciano, hizo cursos en la vieja URSS hasta que un día en su último viaje no lo dejaron entrar en la nueva porque "figuraba en listas de militantes comunistas".
Tambén fue, para envidia de lo que el nombre de su oficio nos evocaba a compañeros y amigos, "encimador". Es decir, tenía el oficio de doblar las telas para confección, de modo que una vez cortadas su caída fuera la mejor posible.
Padre de tres hijos, todos valiosos, abuelo múltiple, siempre compañero de Cristina, los últimos doce años le trajeron felicidades impensadas, tras el genocidio, la marea neoliberal, la derrota permanente en los ´90.
El Topo sabía que el capitalismo siempre vuelve por las suyas y cuando recupera el resuello agrede con todo lo que tiene a mano. Es el caso de estos días y él los esperaba. Pero no dejaban de dolerle las cosas que esta restauración le hacía a sus compañeros, a los vecinos, a todos. Más le dolían cuanto más le quedaba claro que esta última derrota no era inevitable.
Hoy, mientras sobrellevo una gripe tratando que no devenga en neumonía, Cecilia me avisa que llamó mi hija: " Dice que falleció el Topo"

Llamadas y mails mediante me cuentan que lo cremarían hoy en la Chacarita a las 12, que fue un infarto, que ya no legaré a tiempo ni estoy en condiciones de manejar hasta allá. Cremación, cementerio, infarto, neumonías, palabras que se acumulan sin dar cuenta de por qué mañana, el lunes, o en una semana, no podré preguntarle cómo ve la cosa, ni me llamará para que escriba sobre algún tema o para que de una vez pongamos en marcha el curso. 
Palabras que no alcanzan para dar la talla del Topo, sólo para decir que otro militante, dotado de esa grandeza que la militancia recibe de nuestro pueblo, se nos ha ido en épocas difíciles y tal vez no haya actos para su despedida. "todo lo material se disuelve en el aire", gustaba recordar el Topo entre las frase más logradas de Carlos Marx.  No todo al fin, queda el recuerdo, lo más resistente.
Vamos, total al fin nada es cierto (...)  ya se que no vendrás pero aún que cursi, te esperará lo mismo el paredón (...) y el fraternal rincón de nuestro amor... ("A Homero")

Chau Topo, todo lo material....

"Los pibes militan, son elegidos por sus compañeros, quieren tener argumentos para defender sus intereses y para fundamentar en negociaciones y debates.  Ya hubo algunas charlas sobre peronismo, quieren también tener en cuenta los motivos y objetivos de la izquierda"
Hace un mes y medio, en casa del Topo, con su amigo Eduardo, dirigente del Sindicato en cuestión y con Cecilia vamos planeando un curso para delegados gremiales. El Topo y yo yo somos +60, Cecilia se acerca, Eduardo es más joven. Pero el entusiasmo es el de siempre. El que nos hizo encontrar en el 2001, CTA mediante, el que nos hizo intentar mil cosas en estos años.
El Turco Germán solía decir, "apurémonos a hacer lo que podamos, no dejemos las cosas para el tiempo que nos encontrará hablando de enfermedades en la sala de espera de algún hospital·. Germán Abdala se fue mucho antes que nos llegaran esos tiempos. Pienso esto a propósito que interrumpimos un poco los planes del curso hace unos días, a la espera que el Topo salga de una neumonía. Hace justo una semana, ya repuesto, me llamó para retomar la cosa.
La vida del Topo, militante del PC en otras épocas, de Mataderos, devenido en kirchnerista para concluir que ser comunista pasa por ser peronista en nuestro país y presentar su ficha de aifliación al PJ de la zona, no da para una semblanza corta ni me da el cuero para intentarla.
Hijo de la, quizás, más antigua militante comunista con vida en la Argentina, se preocupaba por los achaques que la vejez le traía a su madre. Hoy el Topo ya no estará para ella y será difícil encontrar cómo decírselo.
El Topo fue responsable de diversas áreas del PC, fue miliciano, hizo cursos en la vieja URSS hasta que un día en su último viaje no lo dejaron entrar en la nueva porque "figuraba en listas de militantes comunistas".
Tambén fue, para envidia de lo que el nombre de su oficio nos evocaba a compañeros y amigos, "encimador". Es decir, tenía el oficio de doblar las telas para confección, de modo que una vez cortadas su caída fuera la mejor posible.
Padre de tres hijos, todos valiosos, abuelo múltiple, siempre compañero de Cristina, los últimos doce años le trajeron felicidades impensadas, tras el genocidio, la marea neoliberal, la derrota permanente en los ´90.
El Topo sabía que el capitalismo siempre vuelve por las suyas y cuando recupera el resuello agrede con todo lo que tiene a mano. Es el caso de estos días y él los esperaba. Pero no dejaban de dolerle las cosas que esta restauración le hacía a sus compañeros, a los vecinos, a todos. Más le dolían cuanto más le quedaba claro que esta última derrota no era inevitable.
Hoy, mientras sobrellevo una gripe tratando que no devenga en neumonía, Cecilia me avisa que llamó mi hija: " Dice que falleció el Topo"

Llamadas y mails mediante me cuentan que lo cremarían hoy en la Chacarita a las 12, que fue un infarto, que ya no legaré a tiempo ni estoy en condiciones de manejar hasta allá. Cremación, cementerio, infarto, neumonías, palabras que se acumulan sin dar cuenta de por qué mañana, el lunes, o en una semana, no podré preguntarle cómo ve la cosa, ni me llamará para que escriba sobre algún tema o para que de una vez pongamos en marcha el curso. 
Palabras que no alcanzan para dar la talla del Topo, sólo para decir que otro militante, dotado de esa grandeza que la militancia recibe de nuestro pueblo, se nos ha ido en épocas difíciles y tal vez no haya actos para su despedida. "todo lo material se disuelve en el aire", gustaba recordar el Topo entre las frase más logradas de Carlos Marx.  No todo al fin, queda el recuerdo, lo más resistente.
Vamos, total al fin nada es cierto (...)  ya se que no vendrás pero aún que cursi, te esperará lo mismo el paredón (...) y el fraternal rincón de nuestro amor... ("A Homero")

Chau Topo, todo lo material....

"Los pibes militan, son elegidos por sus compañeros, quieren tener argumentos para defender sus intereses y para fundamentar en negociaciones y debates.  Ya hubo algunas charlas sobre peronismo, quieren también tener en cuenta los motivos y objetivos de la izquierda"
Hace un mes y medio, en casa del Topo, con su amigo Eduardo, dirigente del Sindicato en cuestión y con Cecilia vamos planeando un curso para delegados gremiales. El Topo y yo yo somos +60, Cecilia se acerca, Eduardo es más joven. Pero el entusiasmo es el de siempre. El que nos hizo encontrar en el 2001, CTA mediante, el que nos hizo intentar mil cosas en estos años.
El Turco Germán solía decir, "apurémonos a hacer lo que podamos, no dejemos las cosas para el tiempo que nos encontrará hablando de enfermedades en la sala de espera de algún hospital·. El Turco Abdala se fue mucho antes que nos llegaran esos tiempos. Pienso esto a propósito que interrumpimos un poco los planes del curso hace unos días, a la espera que el Topo salga de una neumonía. Hace justo una semana, ya repuesto, me llamó para retomar la cosa.
La vida del Topo, militante del PC en otras épocas, de Mataderos, devenido en kirchnerista para concluir que ser comunista pasa por ser peronista en nuestro país y presentar su ficha de aifliación al PJ de la zona, no da para una semblanza corta ni me da el cuero para intentarla.
Hijo de la, quizás, más antigua militante comunista con vida en la Argentina, se preocupaba por los achaques que la vejez le traía a su madre. Hoy el Topo ya no estará para ella y será difícil encontrar cómo decírselo.
El Topo fue responsable de diversas áreas del PC, fue miliciano, hizo cursos en la vieja URSS hasta que un día en su último viaje no lo dejaron entrar en la nueva porque "figuraba en listas de militantes comunistas".
Tambén fue, para envidia de lo que el nombre de su oficio nos evocaba a compañeros y amigos, "encimador". Es decir, tenía el oficio de doblar las telas para confección, de modo que una vez cortadas su caída fuera la mejor posible.
Padre de tres hijos, todos valiosos, abuelo múltiple, siempre compañero de Cristina, los últimos doce años le trajeron felicidades impensadas, tras el genocidio, la marea neoliberal, la derrota permanente en los ´90.
El Topo sabía que el capitalismo siempre vuelve por las suyas y cuando recupera el resuello agrede con todo lo que tiene a mano. Es el caso de estos días y él los esperaba. Pero no dejaban de dolerle las cosas que esta restauración le hacía a sus compañeros, a los vecinos, a todos. Más le dolían cuanto más le quedaba claro que esta última derrota no era inevitable.
Hoy, mientras sobrellevo una gripe tratando que no devenga en neumonía, Cecilia me avisa que llamó mi hija: " Dice que falleció el Topo"

Llamadas y mails mediante me cuentan que lo cremarían hoy en la Chacarita a las 12, que fue un infarto, que ya no legaré a tiempo ni estoy en condiciones de manejar hasta allá. Cremación, cementerio, infarto, neumonías, palabras que se acumulan sin dar cuenta de por qué mañana, el lunes, o en una semana, no podré preguntarle cómo ve la cosa, ni me llamará para que escriba sobre algún tema o para que de una vez pongamos en marcha el curso. 
Palabras que no alcanzan para dar la talla del Topo, sólo para decir que otro militante, dotado de esa grandeza que la militancia recibe de nuestro pueblo, se nos ha ido en épocas difíciles y tal vez no haya actos para su despedida. "todo lo material se disuelve en el aire", gustaba recordar el Topo entre las frase más logradas de Carlos Marx.  No todo al fin, queda el recuerdo, lo más resistente.
Vamos, total al fin nada es cierto (...)  ya se que no vendrás pero aún que cursi, te esperará lo mismo el paredón (...) y el fraternal rincón de nuestro amor... ("A Homero")

Chau Topo, todo lo esencial....

"Los pibes militan, son elegidos por sus compañeros, quieren tener argumentos para defender sus intereses y para fundamentar en negociaciones y debates.  Ya hubo algunas charlas sobre peronismo, quieren también tener en cuenta los motivos y objetivos de la izquierda"
Hace un mes y medio, en casa del Topo, con su amigo Eduardo, dirigente del Sindicato en cuestión y con Cecilia vamos planeando un curso para delegados gremiales. El Topo y yo yo somos +60, Cecilia se acerca, Eduardo es más joven. Pero el entusiasmo es el de siempre. El que nos hizo encontrar en el 2001, CTA mediante, el que nos hizo intentar mil cosas en estos años.
El Turco Germán solía decir, "apurémonos a hacer lo que podamos, no dejemos las cosas para el tiempo que nos encontrará hablando de enfermedades en la sala de espera de algún hospital·. Germán Abdala se fue mucho antes que nos llegaran esos tiempos. Pienso esto a propósito que interrumpimos un poco los planes del curso hace unos días, a la espera que el Topo salga de una neumonía. Hace justo una semana, ya repuesto, me llamó para retomar la cosa.
La vida del Topo, militante del PC en otras épocas, de Mataderos, devenido en kirchnerista para concluir que ser comunista pasa por ser peronista en nuestro país y presentar su ficha de afiliación al PJ de la zona, no da para una semablanza corta ni me da el cuero para intentarla.
Hijo de la, quizás, más antigua militante comunista con vida en la Argentina, se preocupaba por los achaques que la vejez le traía a su madre. Hoy el Topo ya no estará para ella y será difícil encontrar cómo decírselo.
El Topo fue responsable de diversas áreas del PC, fue miliciano, hizo cursos en la vieja URSS hasta que un día en su último viaje no lo dejaron entrar en la nueva porque "figuraba en listas de militantes comunistas".
También fue, para envidia de lo que el nombre de su oficio nos evocaba a compañeros y amigos, "encimador". Es decir, tenía el oficio de doblar las telas para confección, de modo que una vez cortadas su caída fuera la mejor posible.
Padre de tres hijos, todos valiosos, abuelo múltiple, siempre compañero de Cristina, los últimos doce años le trajeron felicidades impensadas, tras el genocidio, la marea neoliberal, la derrota permanente en los ´90.
El Topo sabía que el capitalismo siempre vuelve por las suyas y cuando recupera el resuello agrede con todo lo que tiene a mano. Es el caso de estos días y él los esperaba. Pero no dejaban de dolerle las cosas que esta restauración le hacía a sus compañeros, a los vecinos, a todos. Más le dolían cuanto más le quedaba claro que esta última derrota no era inevitable.
Hoy, mientras sobrellevo una gripe tratando que no devenga en neumonía, Cecilia me avisa que llamó mi hija: " Dice que falleció el Topo"

Llamadas y mails mediante me cuentan que lo cremarían hoy en la Chacarita a las 12, que fue un infarto, que ya no legaré a tiempo ni estoy en condiciones de manejar hasta allá. Cremación, cementerio, infarto, neumonías, palabras que se acumulan sin dar cuenta de por qué mañana, el lunes, o en una semana, no podré preguntarle cómo ve la cosa, ni me llamará para que escriba sobre algún tema o para que de una vez pongamos en marcha el curso. 
Palabras que no alcanzan para dar la talla del Topo, sólo para decir que otro militante, dotado de esa grandeza que la militancia recibe de nuestro pueblo se nos ha ido en épocas difíciles y tal vez no haya actos para su despedida. "Todo lo esencial se disuelve en el aire", gustaba recordar el Topo entre las frase más logradas de Carlos Marx.  No todo al fin, queda el recuerdo, lo más resistente.
Vamos, total al fin nada es cierto (...)  ya se que no vendrás pero aún que cursi, te esperará lo mismo el paredón (...) y el fraternal rincón de nuestro amor... "A Homero"

Chau Topo, todo lo esencial....

"Los pibes militan, con elegidos por sus compañeros, quieren tener argumentos para defender sus intereses y para fundamentar en negociaciones y debates.  Ya hubo algunas charlas sobre peronismo, quieren también tener en cuenta los motivos y objetivos de la izquierda"
Hace un mes y medio, en casa del Topo, con su amigo Eduardo, dirigente del Sindicato en cuestión y con Cecilia vamos planeando un curso para delegados gremiales. El Topo y yo yo somos +60, Cecilia se acerca, Eduardo es más joven. Pero el entusiasmo es el de siempre. El que nos hizo encontrar en el 2001, CTA mediante, el que nos hizo intentar mil cosas en estos años.
El Turco Germán solía decir, "apurémonos a hacer lo que podamos, no dejemos las cosas para el tiempo que nos encontrará hablando de enfermedades en la sala de espera de algún hospital·. El Turco Abdala se fue mucho antes que nos llegaran esos tiempos. Pienso esto a propósito que interrumpimos un poco los planes del curso hace unos días, a la espera que el Topo salga de una neumonía. Hace justo una semana, ya repuesto, me llamó para retomar la cosa.
La vida del Topo, militante del PC en otras épocas, de Mataderos, devenido en kirchnerista para concluir que ser comunista pasa por ser peronista en nuestro país y presentar su ficha de aifliación al PJ d ela zona, no da para una semablanza corta ni me da el cuero para intentarla.
Hijo de la, quizás, más antigua militante comunista con vida en la Argentina, se preocupaba por los achaques que la vejez le traía a su madre. Hoy el Topo ya no estará para ella y será difícil encontrar cómo decírselo.
El Topo fue responsable de diversas áreas del PC, fue miliciano, hizo cursos en la vieja URSS hasta que un día en su último viaje no lo dejaron entrar en la nueva porque "figuraba en listas de militantes comunistas".
Tambén fue, para envidia de lo que el nombre de su oficio nos evocaba a compañeros y amigos, "encimador". Es decir, tenía el oficio de doblar las telas para confección, de modo que una vez cortadas su caída fuera la mejor posible.
Padre de tres hijos, todos valiosos, abuelo múltiple, siempre compañero de Cristina, los últimos doce años le trajeron felicidades impensadas, tras el genocidio, la marea neoliberal, la derrota permanente en los ´90.
El Topo sabía que el capitalismo siempre vuelve por las suyas y cuando recupera el resuello agrede con todo lo que tiene a mano. Es el caso de estos días y él los esperaba. Pero no dejaban de dolerle las cosas que esta restauración le hacía a sus compañeros, a los vecinos, a todos. Más le dolían cuanto más le quedaba claro que esta última derrota no era inevitable.
Hoy, mientras sobrellevo una gripe tratando que no devenga en neumonía, Cecilia me avisa que llamó mi hija: " Dice que falleció el Topo"

Llamadas y mails mediante me cuentan que lo cremarían hoy en la Chacarita a las 12, que fue un infarto, que ya no legaré a tiempo ni estoy en condiciones de manejar hasta allá. Cremación, cementerio, infarto, neumonías, palabras que se acumulan sin dar cuenta de por qué mañana, el lunes, o en una semana, no podré preguntarle cómo ve la cosa, ni me llamará para que escriba sobre algún tema o para que de una vez pongamos en marcha el curso. 
Palabras que no alcanzan para dar la talla del Topo, sólo para decir que otro militante, dotado de esa grandeza que la militancia recibe de nuestro pueblo se nos ha ido en épocas difíciles y tal vez no haya actos para su despedida. "todo lo esencial se disuelve en el aire", gustaba recordar el Topo entre las frase más logradas de Carlos Marx.  No todo al fin, queda el recuerdo, lo más resistente.
Vamos, total al fin nada es cierto (...)  ya se que no vendrás pero aún que cursi, te esperará lo mismo el paredón (...) y el fraternal rincón de nuestro amor... "A Homero"

miércoles, 7 de septiembre de 2016

BICENTENARIOS y SINCERICIDIOS DEL INCONCIENTE:


En 2016 nos arrebataron el sol. 
Por más que el creador de la escarapela del bicenario 2010 y la del bicentenario 2016, el diseñador Hernán Berdichevsky, repita el indemostrable argumento sobre que este diseño "une la grieta" no hace falta ser semiólogo para percibir lo que su inconciente manifiesta de modo patente. Este bicentenario, al revés de aquel festivo, callejero y apropiado por el pueblo en 2010, ha perdido aquello que da vida a toda efeméride: el reconocimiento popular. Si se busca en simbologías milenarias y actuales pocas imágenes evocan más vida y, sobre todo más generación de vida, que el sol. 
Agreguemos, de paso, que el sol no fue introducido en los símbolos patrios por el kirchnerismo sino por los patriotas de mayo. No se trataba de cualquier sol sino del sol de los Incas, el Inti, que fuera incluido en la primer moneda argentina, luego en nuestra bandera, como homenaje a los pueblos originarios en un momento de las luchas por la independencia en que la dirigencia revolucionaria contaba a estos pueblos como pueblo y no como chusma a exterminar sugún el credo sarmientino- terrateniente posterior.
Así que esta escarapela 2016, que de tan borrada hacia su centro evoca lo que le fue recortado,  sincera de modo simbólico lo que vino a hacer el gobierno que la proyecta como símbolo: este bicentenario no tuvo vida y el que se la quitó, mas allá de quién hizo el diseño, fue quien convalidó desde el gobierno esa falta de sol para diferenciarse del bicentenarioi de mayo. Aquel "festejo K" que tanto sufrimiento le trajo a la derecha porque preanunciaba el futuro triunfo de Cristina en 2011. 
Ah! Esa idea de que mutilar una imagen "cierra grietas" no resiste ni un congreso de publicistas. 
Claro, a la hora de vendérselo al gobierno quizás fue el argumento que hizo la diferencia.
Ver reportaje en Diario Clarín:  "Habló el diseñador que hizo el logo del Bicentenario: "Une la grieta"

martes, 6 de septiembre de 2016

CON EL PUEBLO ADENTRO

En el auto voy este sábado escuchando "Vení cuando quieras". Unas horas antes, con el Negro Gaitán y otros compañeros de Córdoba fuimos a visitar un pequeño recordatorio a Atilio López y Juan josé Varas que hiciéramos en Ruta 6, a pocos km de Ruta 8, a instancias de Claudio Pena allá por el 2012.
Vuelvo al programa de la AM 1030. Se escucha la voz de Barragán, uno de los entrevistados y me vienen sentimientos contradictorios. Por un lado la alegría de escuchar una voz hoy censurada en los medios. Por otro, el desacuerdo con su evaluación de nuestra situación actual, comparándola con el proceso de destitución de Dilma en Brasil. 
Barragán concluye en que, lo transcribo textual más abajo, haber perdido las elecciones pone a nuestro movimiento " a salvo de pagar el costo del ajuste" y a Macri lo deja expuesto a "hacerse cargo" de lo que hace. 
La reflexión tiene lógica pero naufraga al faltarle un factor: el pueblo. Un pueblo triunfante en las elecciones y por lo tanto triunfante en la defensa de su gobierno popular hubiera tenido una capacidad de confrontación y resistencia superior a la de hoy. Un pueblo derrotado en elecciones y perplejo ante la derrota de algo que durante años pareció posible, un gobierno propio aún en los marcos del capitalismo y frente a una ofensiva mundial de la derecha, un pueblo decepcionado, atacado en todos los frentes, demonizado en sus convicciones, encuentra más dificultades para defender sus derechos y conquistas, sobre todo si sus referencias se ven divididas y con poca claridad. 
No es futurología. Futurología sería pensar qué hubiera pasado con Scioli si ganábamos las elecciones sin considerar que ese triunfo hubiera actuado como un factor de desmentida de cualquier argumentación neoliberal y un reactivo a cualquier medida de recorte de derechos como las que se viene implementando hoy. 
En política, como en lo que hace a distribución del ingreso, las cosas se cierran con el pueblo adentro. Sin ese componente, sin el pueblo, sus intereses, su estado de ánimo y sus prioridades como referencia principal, cualquier análisis está destinado al error. 
Es el pueblo, por otra parte, el que paga los costos. En pibes que ya no pueden seguir la universidad o terminar el secundario, menos conseguir laburo, en familias destrozadas, en generaciones que vuelven a perder su futuro, en hambre y desocupación presentes, en fin en pérdida de derechos y presencia en la sociedad. 
En cuanto a quienes hacemos política el costo lo pagamos cuando erramos. 
Este pensamiento que me ocupa va en el mismo sentido que el que nos llevó a la derrota en 2015. No era lo mismo ganar o perder hace 8 meses, no es lo mismo hoy. No es lo mismo disputar contra la oligarquía habiéndole escamoteado el gobierno que sufrir todo el peso del poder oligárquico desde el gobierno en sus manos. Esa fue y sigue siendo la primera enseñanaza que dejó el peronismo desde 1945 y la que mantuvo nuestra vigencia a 70 años vista de comenzar esa experiencia: todo reclamo, toda lucha popular debe devenir en política de Estado. Por eso hasta el imperialismo nos considera un enemigo a exterminar siempre.
En cuanto a Macri, se viene haciendo cargo desee que asumió: está haciendo todo lo que SU gente ve como necesario para desarticular al pueblo y reestablecer su dominación. Textual de Barragán en el minuto 35:30 de " Vení cuando quieras": "La desgracia de haber perdido las elecciones nos trae la ventaja de salvarnos de sufrir lo que está sufriendo Dilma, que es lo que le hubieran hecho a Scioli. La oleada de la derecha venía, ganando quien gane (...) En ese sentido nosotros quedamos preservados. (...) podríamos hacber estado pagando el costo que está pagando ahora Dilma. Macri se va a tener que hacer cargo de toda la destrucción que está haciendo...(...) con un Scioli rodeado o acosado (...) lo podrian haber convertido en una Dilma (...) y nuestro movimiento podría haber estado pagando el costo que está pagando Dilma. Nosotros estamos afuera del gobierno y el gobierno tiene que hacerse responsable"

CON EL PUEBLO ADENTRO

En el auto voy este sábado escuchando "Vení cuando quieras". Unas horas antes, con el Negro Gaitán y otros compañeros de Córdoba fuimos a visitar un pequeño recordatorio a Atilio López y Juan josé Varas que hiciéramos en Ruta 6, a pocos km de Ruta 8, a instancias de Claudio Pena allá por el 2012.
Vuelvo al programa de la AM 1030. Se escucha la voz de Barragán, uno de los entrevistados y me vienen sentimientos contradictorios. Por un lado la alegría de escuchar una voz hoy censurada en los medios. Por otro, el desacuerdo con su evaluación de nuestra situación actual, comparándola con el proceso de destitución de Dilma en Brasil. 
Barragán concluye en que, lo transcribo textual más abajo, haber perdido las elecciones pone a nuestro movimiento " a salvo de pagar el costo del ajuste" y a Macri lo deja expuesto a "hacerse cargo" de lo que hace. 
La reflexión tiene lógica pero naufraga al faltarle un factor: el pueblo. Un pueblo triunfante en las elecciones y por lo tanto triunfante en la defensa de su gobierno popular hubiera tenido una capacidad de confrontación y resistencia superior a la de hoy. Un pueblo derrotado en elecciones y perplejo ante la derrota de algo que durante años pareció posible, un gobierno propio aún en los marcos del capitalismo y frente a una ofensiva mundial de la derecha, un pueblo decepcionado, atacado en todos los frentes, demonizado en sus convicciones, encuentra más dificultades para defender sus derechos y conquistas, sobre todo si sus referencias se ven divididas y con poca claridad. 
No es futurología. Futurología sería pensar qué hubiera pasado con Scioli si ganábamos las elecciones sin considerar que ese triunfo hubiera actuado como un factor de desmentida de cualquier argumentación neoliberal y un reactivo a cualquier medida de recorte de derechos como las que se viene implementando hoy. 
En política, como en lo que hace a distribución del ingreso, las cosas se cierran con el pueblo adentro. Sin ese componente, sin el pueblo, sus intereses, su estado de ánimo y sus prioridades como referencia principal, cualquier análisis está destinado al error. 
Es el pueblo, por otra parte, el que paga los costos. En pibes que ya no pueden seguir la universidad o terminar el secundario, menos conseguir laburo, en familias destrozadas, en generaciones que vuelven a perder su futuro, en hambre y desocupación presentes, en fin en pérdida de derechos y presencia en la sociedad. 
En cuanto a quienes hacemos política el costo lo pagamos cuando erramos. 
Este pensamiento que me ocupa va en el mismo sentido que el que nos llevó a la derrota en 2015. No era lo mismo ganar o perder hace 8 meses, no es lo mismo hoy. No es lo mismo disputar contra la oligarquía habiéndole escamoteado el gobierno que sufrir todo el peso del poder oligárquico desde el gobierno en sus manos. Esa fue y sigue siendo la primera enseñanaza que dejó el peronismo desde 1945 y la que mantuvo nuestra vigencia a 70 años vista de comenzar esa experiencia: todo reclamo, toda lucha popular debe devenir en política de Estado. Por eso hasta el imperialismo nos considera un enemigo a exterminar siempre.
En cuanto a Macri, se viene haciendo cargo desee que asumió: está haciendo todo lo que SU gente ve como necesario para desarticular al pueblo y reestablecer su dominación. Textual de Barragán en el minuto 35:30 de " Vení cuando quieras": "La desgracia de haber perdido las elecciones nos trae la ventaja de salvarnos de sufrir lo que está sufriendo Dilma, que es lo que le hubieran hecho a Scioli. La oleada de la derecha venía, ganando quien gane (...) En ese sentido nosotros quedamos preservados. (...) podríamos hacber estado pagando el costo que está pagando ahora Dilma. Macri se va a tener que hacer cargo de toda la destrucción que está haciendo...(...) con un Scioli rodeado o acosado (...) lo podrian haber convertido en una Dilma (...) y nuestro movimiento podría haber estado pagando el costo que está pagando Dilma. Nosotros estamos afuera del gobierno y el gobierno tiene que hacerse responsable"