viernes, 24 de junio de 2016

24 de junio, una fecha con tanta identidad popular


  Qué día.
  Hace 26 años estábamos en la casa del Carancho, en Cipoletti, discusiones sobre el comienzo del menemato. Todo se iba al diablo y no se encontraba forma de pararlo. Adentro mate, polémica, estufa, afuera un frío que congelaba las ropas en la soga del fondo.
  Alguien enciende la tele y todo pasa a segundo plano. Minuto a minuto sufrimiento con el baile que nos pega Brasil. Cada vez más sufrimiento hasta el momento en que   Diego inicia ese movimiento casi patinaje, casi surfeo, todo gambeta, que termina en el gol seguro, preciso, gol definitivo, del Pájaro Caniggia. 
  Hace 38 años nacía Román, el último diez, el máximo estratega que vi jugar en una cancha de fútbol, un cultor del único coraje que cuenta en el futbol, el del que la pide siempre y se agranda en las difíciles.
  Hace 29 nacía Messi, el mejor de todos desde hace casi una década. 
  Hace 81 años Gardel se iba en su última gira. una noche antes cantaba su último tango en público: "tomo y obligo" por una radio de Medelín. Gardel era conservador, dicen, pero su funeral generó una de las movidas más masivas y populares que hubiera conocido Buenos Aires, la Argentina toda. 

  No pasarían más de diez años para que se viera otra movilización, más grande, con más bronca, pero seguro con el mismo corazón que suele poner nuestro pueblo cuando camina por algo que siente profundamente suyo. .
Hace 16 se nos iba Rodrigo, en un accidente volviendo de un recital.en La Plata. Allí, su última canción había sido "soy cordobés" y su última frase: "nos vemos en el infinito".

   Cada día que paso en este mundo celebro un poquito mucho haber nacido en medio de este pueblo capaz de proyectar su grandeza en gente como ellos, pelear contra la injusticia y hacer de su pelea razón de Estado como en el 45, como ayer nomás, de hacer que alguien nacido en el último rincón del mundo pueda enmudecernos con un movimiento, hacernos llorar con una nota, amenazar al curso del tiempo con la promesa de vermos en el infinito o de volver en millones como Evita prometió y cumplió más de una vez.   
   ¿Qué más?