miércoles, 16 de septiembre de 2015

TUCUMAN: LA VENEZUELIZACIÓN DE LA DERECHA

La Sala I de la Cámara en lo Contencioso Administrativo de Tucumán decide anular las elecciones que ganó el FPV a la vez que niega la competencia de la Junta electoral Provincial para entender acerca de la legalidad o no de dichas elecciones. En un mismo acto la Cámara se arroga el derecho a negar lo que decidió mayoritariamente el voto popular y la potestad de sustituir a la autoridad electoral en su rol fiscalizador. Dos decisiones fuera de derecho pero expresadas desde una institucion judicial y con las formas y apariencias que las caracterizan.
El suceso, conocido esta noche, expresa como ningún otro la estrategia de desesperación de la derecha. Como saben que no tienen más destino que perder las presidenciales en primera vuelta,  van por "venezuelizar" a la Argentina. 
No como lo pontificaban hace meses cuando hablaban de chavización. La derrota inminente, cuatro años más con los sectores del privilegio fuera de los mecanismo centrales de gobierno, acelera sus tiempos y calienta su reacción: cero institucionalidad en su intención de impedir la continuidad del gobierno popular, cero institucionalidad y atacar de todos los modos que cuadre, sin límites legales al gobierno popular y sus sucesores en 2015/19 . 
Cero institucionalidad, salvo en los espacios institucionales que puedan servir para desestabilizar la democracia a través de medidas ilegítimas.  Lugar privilegiado para el accionar "institucional· golpista, el más alejado de las decisiones populares : el poder judicial. Tras el fracaso de la mentira del fraude, el fraude institucional, dos jueces decidiendo por una electorado que ya se expresó de modo claro y contundente.
Tenemos todo para ganar en octubre. Entonces se lanzan con esta provocación que espeja la concentración multitudinaria que protagonizó el pueblo tucumano este martes apenas la Junta electoral de Tucumán, el organismo al que incumbe opinar sobre la elección,  confirmara el holgado triunfo de la formula encabezada por Manzur. 
Más allá de ensuciar un triunfo que probablemente termine siendo convalidado por tribunales superiores, tratan de generar una escalada de confrontación que termine por intimidar a una franja de la sociedad que ya no los vota ni apoya y disuadirla de seguir dandonos su respaldo. 
¿Por qué ahora? Porque se viene el triunfo en Chaco, porque se han empantanado con la difusión de los manejos de caja, caso Niembro y otros, porque están los fallos últimos contra Griessa, porque logramos los nueve puntos para reestructuracion de deuda en las Naciones Unidas, porque a pesar de la crisis mundial nuestra economía mejora contra sus maniobras y sus pronósticos de hecatombe. Porque, y esta es la cuestión,  no pueden aspirar al voto mayoritario cuando su proyecto va en contra de las mayorías y les cuesta cada vez más disfrazar su política de exclusión y privilegio.
Las imágenes dicen en este caso más que las palabras: de un lado, este lunes, la mayor concentración popular en Tucumán desde el retorno de la democracia, del otro, un papel con sellos y firmas que vienen a negar la decisión mayoritaria en las urnas.  
Es el piso actual de la "venezuelización" que intentan los más desesperados o tal vez los más determinados a terminar con lo que empezó en 2003. Dónde pueden llegar está por verse, la experiencia caprilista demuestra que siempre será contra la democracia y contra las mayorías.
¿Entonces? ¿que hacer?
Tenemos gobierno popular y conducción política.  Cristina definirá la mejor forma de garantizar la continuidad y el triunfo en octubre. Porque tiene capacidad para hacerlo, pero también porque cuenta con el resplado del publo para hacer que sus decisiones se concreten en hechos.
En tanto, militar, denunciar la maniobra golpista, ganar voluntades para la defensa de la institucionalidad y, sobre todo, evitar las provocaciones. Es tan impresentable la táctica de la oposición que  sólo puede aspirar a alguna incidencia social si le damos la excusa con reacciones irreflexivas
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