miércoles, 25 de marzo de 2015

EL AGUILA Y LA SOMBRA, la infamia de la quema

Ser de izquierda es luchar junto a las mayorías por incluir a todos en la cosa pública, en la propiedad, en el protagonismo social, político y cultural. A todos, en particular a los excluidos. Junto a las mayorías, no en lugar de ellas, como intentan el PO, la falsa CTA y varios de quienes se llaman a sí mismos "izquierda". 
En algún momento pareció simplemente jacobinismo, esto es suponerse intérprete, motivo y ejecutor legítimo, aún contra la opinión mayoritaria, de lo que la sociedad necesitaría. 
En otro momento pareció simplemente cretinismo parlamentario, esto es, suponer que los cambios devienen, no de la correlación de fuerzas y del empoderamiento de las mayorías populares, sino de declamarlos y criticar que no se legislen. 
Alguna vez pareció que trasladaban a nuestro país ideas nacidas en otras culturas y realidades, aunque cualquiera con un poco de interés en la historia puede saber -por ej.- que Trotsky apoyó a Lázaro Cárdenas (nacionalista burgués diría Altamira), cuando el presidente mejicano nacionalizó el petróleo. 
Habida cuenta del sacrificio y la entrega del pibe y militante Mariano Ferreyra, uno hasta puede creer que en cualquier lugar que prospere militancia germina una semilla de cambio, de humanidad, no importa los errores que contenga. 
La quema de los muñecos en La Plata el 23 de marzo viene a desmentir de modo palpable todo eso. Como lo desmiente la espera de la columna autoproclamada "de izquierda" a que nos vayamos las decenas y decenas de miles que junto a Madres, Abuelas, HIJOS, celebramos estar construyendo un país en el que no haya más días de genocidio, incluidos los 24 de marzo. ¡Esperaban a que la multitud se fuera para hacer su acto de minoría esclarecida! 
De un lado la multitud, ponele, "meramente" democrática, "tibiamente" antimilitarista, "dudosamente" popular, pero genuinamente gestora de los días que vivimos, multitud que es condición necesaria para que esos días se extiendan y continúen en memoria, verdad y justicia. 
Del otro, estructuras, algunas casi siempre inútiles, otras que fueron útiles durante el menemismo pero hoy atrasan y repiten gestos de denuncia mientras otros producimos los cambios que antes ellos reclamaban. Estructuras que, amparadas en la emisión de frases y consignas a veces loables otras delirantes, pueden descender a pronunciamientos y acciones junto a la derecha argentina, (como en la 125, como con el "grupo A"), descender a la mentira sistemática, el autoritarismo, cuando no el ridículo de mostrar cartelitos desde el lugar en que deberían promover leyes y mostrarlos mientras nuestra presidenta les da una clase de estrategia y acción politica y les recuerda que se comprometió con esclarecer lo de la AMIA antes que la mayoría de ellos. 
Ni jacobinismo, ni cretinismo, se trata de estructuras y formas de pensamiento que pervierten la acción política y la militancia, en las que dirigentes autoproclamados tales crean las condiciones, las prácticas y los hábitos que hacen posible que personas que llegaron a la militancia con ideales terminen cometiendo infamias como la quema de los muñecos en La Plata. 
"Quema de muñecos". No es que esté apelando al eufemismo ni que evite decir a qué referían esos muñecos. Es que creo que sólo cabezas tan perturbadas como esa acción de quema pueden suponer que hay otra forma de representar a Hebe que no sea el mostrarla como una de las mujeres más grandes, ejemplares y valientes de nuestra patria. Tan perturbadas como para simbolizar la quema de Hebe, algo que ni la Pando ni La Nación se atevieron a hacer hasta hoy. Tan perturbadas como para ignorar que aquí y ahora y para el resto de la historia, atacar de ese modo a Hebe es atacar a todos y a cualquiera que pretenda memoria,verdad y justicia en cualquier lugar del mundo. 
Alguna vez, alguien que realmente era de izquierda dijo, refiriéndose a Rosa Luxemburgo y sus criticos, que los unos se arrastraban mientras Rosa volaba como Águila. Frente a la quema cabe el mismo comentario.

jueves, 5 de marzo de 2015

POLLICITA Y EL ESTADO POLICIAL

"UNA DENUNCIA NO REQUIERE DE PRUEBAS", dijo hoy el fiscal Pollicita en reportaje en radio Vorterix. De ese modo justificó su apelación contra el fallo del juez Rafecas que desestimara la falsa acusación de Nisman.
Digamos que mañana me presento ante el juez Rafecas con un texto que reúne un paquete de situaciones y hechos que vinculo de modo tal que procedo a denunciar que habría suficientes elementos para investigar si esta decisión del fiscal Pollicita forma parte de un complot urdido por Stiuzzo, Nisman, el juez municipal Griessa, Paul Singer, Melconian y quienes se reunieron con los enviados de los fondos buitres que vinieron a hacer lobby en 2014 (por caso directivos de La Nación, Grupo Clarín), e incluyo las solicitadas publicadas por los medios solicitando se verifique si fueron pagadas y si el precio fue el de mercado, agrego el próximo paro de la Mesa de Enlace (menos FA), lo que involucraría a los miembros de ésta y a otros dirigentes de cada entidad, incluyo por supuesto a las hipercomunicadas con Nisman, diputadas Bulrich y Alonso, a Carrió por su campaña de rumores sobre autogolpe, a los fiscales que organizaron el supuesto homenaje callejero a Nisman, todos en un complot orientado a seguir ensuciando las causas AMIA y Embajada de Israel (incluyo por supuesto a la falsa "cosa juzgada" y a su autor, Lorenzetti) y a desestabilizar al gobierno que busca la verdad y justicia en ambas. Así que también denuncio sedición, asociación ilícita, también traición a la patria, toda vez que supongo que estos hechos y su estrategia se armaron con servicios y gobiernos de otros países. También terrorismo, porque podría además suponer que hasta los autores de los atentados están en este complot. 
Habiendo implicados de la Corte, fiscalías (agreguemos entonces prevaricato), legisladores, servicios, fondos buitres, agencias internacionales, etc., yo no tendría que abundar sobre que se trata de un hecho de suma gravedad institucional, por lo que solicitaría al Juez darle máxima prioridad a investigar los ítem contenidos en un listado de 60 ó 100 medidas de prueba, incluyendo las miles de horas de comunicaciones que cada mencionado sostuvo desde el momento de la falsa denuncia de Nisman ante los medios y al menos desde 100 ó 200 días previos a la misma. 
Digo, si 1000, 10000 ciudadanos siguiéramos el razonamiento -a todas luces propio de policía política y de Estado policial- de este fiscal que ha dado en ser nombrado en los medios (para gloria de Lacan) POLICITA y cada uno por nuestra cuenta nos presentáramos en un juzgado diferente (habiendo un miembro de la Corte de 3 involucrado ésta no podría intervenir ni tiene esa atribución) con argumentos similares y los mismos acusados, pero poniendo el acento uno en un aspecto, otro en en un personaje particular,  terminaría colapsando todo el sistema judicial o poco menos. 
¿Por qué propio de un estado policial?: porque Pollicita, hace con su presentación algo peor que sostener una imputación impresentable, avanza a dejar establecido que un delito comienza cuando se lo piensa, no cuando se procede a ejecutarlo. ¿Cuántos cientos de miles, por no decir millones, serían espiados, perseguidos, detenidos en nuestro país si tal argumentaciòn del fiscal prosperara?
Volviendo a la idea de  una presentación multitudinaria ante los juzgados basada en la "doctrina Policita" pero en contra de Él y sus supuestros secuaces, algún juez podría preguntar: ¿por qué miembros del poder judicial participarían de una empresa que puede poner en crisis al poder judicial? 

La respuesta es facil: "es la politica, señor juez", lo hacen porque lejos de resultar perjudicados avanzarían por más poder, porque el el principal perjudicado en una situación sin leyes ni aplicacion de las mismas siempre sería el pueblo, la gente con menos respaldo de los poderosos. El pueblo, los gobiernos populares son los que pierden cuando se deteriora lo institucional, ya que como bien dijera el presidente Lula, el rico puede arreglarse sin protección del Estado, el pobre la necesita como el pan. 
Luego, si se llegara a esa situación de descontrol y sálvese quien pueda, el partido corporativo/judicial podría soñar hasta con un gobierno de la Corte, como soñaba el poder oligárquico en el 45 en la Rosada hasta minutos antes que Perón saliera al balcón a fundar una nueva República junto a su pueblo, O un gobierno del legislativo con la primera minoría proscrita, como impusiera el golpe del 55 con ayuda de partidos y políticos que pocos años después recibirían la mismo medicina.
Cada día que pasa sin que quede duda sobre la próxima victoria del FPV en las presidenciales el magnettismo, sus voceros y operadores en la oposición,  aceleran su fuga hacia adelante, no importa el costo institucional y humano que su estrategia cause. Más bien procuran que ese costo sea el máximo, ya que a menos institucionalidad más poder corporativo, más justificación para una salida autoritaira "blanda" o "dura".
Así que ¿Qué hacer? Lo que la presidenta hace y manifiesta a cada minuto: gobernar, incluir cada día un poco más, ampliar derechos, no responder nunca con acciones que puedan hacernos parecer a Ellos, movilizar con ejes claros y la seguridad de protagonismo y suavidad. Y sobre todo, no olvidar que no está en el centro de la confrontación quién es capaz de acusar, difamar o mentir más, sino quién presidirá el país desde 2016, por lo tanto priorizar la unidad del FPV por sobre toda cuestión secundaria, con la convicción de que el proyecto de soberanía, reparación, inclusión, desarrollo, memoria, verdad y justicia se ha consolidado para quedarse. 

Cientos de miles lo demostraron el domingo, decenas de millones lo demuestran con su quehacer diario y lo reafirmarán en las PASO y las presidenciales.