viernes, 29 de junio de 2012

El paro General que fue y no fue


EL REINO DEL “COMO SI”
Paro general que no fue paro general, aliados indeseables y amigos deseados pero perdidos
En su discurso en la Plaza Moyano hace como que no llamó al paro general, en “A dos voces” Moyano hizo que llamaba al paro general. Aliados indeseables mentaban el paro general para después ignorarlo. En cambio, dejaron de mentarlo amigos que se alejan.
Pablo Moyano hace que “se la banca contra el gobierno” y les dice a los noteros de la TV “vamos por ellos”. Dos días después se victimiza y denuncia que en la Plaza “habría infiltrados de ¡la Cámpora!”
Peronismo que se enuncia pero se deja de lado a la hora de evaluar qué se hace y con quién.
Un dirigente sindical se queja, al modo liberal-oligárquico, que la presidenta toma decisiones "sin discutirlas" ¿Para qué la votó el pueblo? ¿Para pedirle permiso a alguien no votado? 
Estampitas: Moyano refiere un "kirchnerismo de Néstor" contra el "kirchnerismo de Cristina", pero lanza calumnias que ni siquiera lo peor de la derecha trató de jugar hasta hoy.
Calumnias que, dicho sea de paso, provocaron el retiro de la Plaza de algunas columnas de camioneros. 
Es que no se puede desterrar toda la memoria, menos en los trabajadores. Y si ayer Néstor era el hombre que tuvo el coraje de abrir las puertas, airear la política, revindicar la palabra, defender la soberanía, si un poco más acá Cristina era la “mujer coraje”, hoy no a todos les cierra que Moyano los acuse de especular con tierras mientras otros se jugaban la vida. No cierra ni entre aquellos a quienes Moyano ha beneficiado corporativamente desde la CGT.
Como no cierra que quienes demonizaban a Moyano como narco, autócrata, corrupto,  negro y poco representativo, ahora lo presenten como Heidi, representativo, honesto y menos moricho.
Emociona esa noche ver el esfuerzo de la gente de 6-7-8- para dar una explicación coherente a tanto desatino, ver su honesto disgusto frente a tanta mentira, tanto doblez moral, tanta hipocresía, tanto desdén por los hechos, los compromisos, las identidades.

VERDAD Y SIMULACROS
Es que estos son tiempos en que la derecha mediático- partidaria- corporativa excluye toda veracidad -en Argentina y en el mundo- en función de crear escenas, escenarios, personajes, todo un mundo de simulacros. Verdades efímeras que se sustituyen unas a otras, a veces desmintiéndose entre sí, a veces complementándose. No es necesario que tengan algo de realidad, basta con que sean creíbles. 
Estas construcciones van de las tapas de los diarios a los zócalos de los canales para ser repetidas por el informador X, convalidadas por el político opositor Z, comentada por el consumidor de medios R a otros consumidores de medios, para que luego sean usados por el político M y el “periodista” T para calumniar la gobierno por alguna cuestión que en una semana ya se habrá olvidado. No importará, ya que una nueva operación habrá comenzado y cada quien volverá a cumplir su papel en un movimiento continuo cuya finalidad es mostrar que todo es relativo, nadie vale mucho, no hay valores por los que jugarse. 
Pero como esto sucede en la vida corriente y no en un teatro, si alguien olvida que nada es lo que parece y termina comprando su propio personaje, pierde. Como no prospera aquel actor que no sabe distinguir entre lo que actúa y su propia vida.

LA UNIDAD DE LOS TRABAJADORES
Moyano, por ejemplo. 
Es Secretario de la CGT, de una CGT atravesada por tensiones de todo tipo pero afirmada en su centralidad cuando hay al menos cuatro o cinco espacios diferentes -incluso otras centrales- que con más o menos masividad se suponen cada uno la expresión genuina del movimiento obrero y por ello definen situaciones, confrontan, acuerdan, negocian, reclaman. 
Pero la condición es que nadie se permita dar un paso más allá, porque eso podría derrumbar todo el decorado. 
Esto incluía a Moyano, quien en medio de todos, desde su secretariado sostenía una  legitimidad emanada de ser a la vez interlocutor del gobierno y beneficiario privilegiado del modelo productivo kirchnerista. No demasiado enfrentado a los gordos, de modo de no forzarlos a boicotear abiertamente al gobierno, no demasiado cerca, de modo de que no se le pegara el desprestigio social que cada gordo tiene fuera de su espacio corporativo, no tan cerca de la CTA oficial de modo de no ser acusado de fraccionar a la CGT pero lo suficientemente cerca de esa CTA de modo de barnizarse con su imagen militante, tras décadas de defecciones y traiciones de la mayoría de la dirigencia gremial.   
Pero esta solución de compromiso, como todas las soluciones de compromiso, duró lo que permitieron sus tensiones internas. 
La crisis de la 125, a la que ahora Moyano llama “el problema de las cooperativas” desnudó los conflictos del país en toda su crudeza. 
La oligarquía, creyendo que podía dar por terminado el ciclo de recuperación popular, cargó a degüello sobre el gobierno y sobre cada aliado del mismo y se fueron cerrando los espacios grises. 
Magnetto, Biolcatti, la Mesa de Enlace, definieron un adentro y un afuera: para los amigos prensa amiga y privilegios, pera los enemigos, difamación y/o simplemente difusión de viejas o nuevas cuentas pendientes.
Lasacción política, la profundización del modelo y el impulso de la mística militante en un marco de unidad fue lo que permitió al kirchnerismo superarse a sí mismo y retomar la iniciativa del bicentenario, las grandes medidas y por fin el triunfo aplastante de Cristina aún a pesar de la pérdida de Néstor. 
Muchos se sintieron padres de esa recuperación, pero lo real es que los sujetos principales de esta gesta fueron la conducción ejercida por Cristina y la memoria e identidad del pueblo. El resto de los actores es más o menos significativo de acuerdo a su referencia en la unidad del pueblo y la conducción del movimiento.
Frente a las operaciones de la derecha oligárquica y sus simulacros nuestra acción se concreta en esa identidad con la mayoría del pueblo, se debilita si caemos en lo corporativo.  
Pero Moyano lo entendió de otro modo: creyó que la fuerza de la CGT radicaba en su presencia y en lugar de ampliar la base de sustentación de la Central para afrontar las batallas que nos abre la derecha quiso usar a la central de escalón para un avance corporativo que nunca fue refrendado por la sociedad. Encima lo hizo a caballo de una consigna reaccionaria: el no pago de impuesto a los ingresos resultaría en derrota  segura del movimiento popular: hasta tanto la correlación de fuerzas permita que el Estado, la legalidad, nuestros derechos, sean sostenidos con guita aportada por los ricos, quienes tenemos más ingresos tenemos que aportar a sostenerlo o resignarnos a que la falta de Estado deje desprotegidos a los más excluidos y a todo le pueblo. 
Cuando en su discurso se quejo que la presidenta tome decisiones sin consultar, Moyano no sólo estaba mal recitando el discurso Durán Barba,  también estaba demostrando su incomprensión del funcionamiento de la democracia: Cristina fue elegida en elecciones a las que se presentó para ser presidenta y tomar esas decisiones.
Perdido ya el eje, Moyano es el primer dirigente que encolumna a la Central -con la anuencia de quienes lo acompañaron a sabiendas del error- en una movida callejera afín a la derecha más recalcitrante.
Es un dirigente obrero, pero juega su ya enflaquecida incidencia en los trabajadores para tratar de debilitar a un gobierno popular juntándose con los enemigos del pueblo. 
No celebro que Moyano hoy haya tratado de serruchar la rama en que se apoya o, como dijo Kunkel, que se haya jugado y perdido la guita de las vacaciones en el Casino el primer día. Y ahora ¿qué? 
Ha sido un instrumento más de una derecha que por su involucramiento en reacción mundial y local no puede aspirar a conquistar grandes adhesiones, por lo que se contenta con dividir, destruir, limar. 
Para las estrategias del gran capital siempre el futuro "es suyo" ya que lo más concentrado de la economía sigue en sus manos.
Para las estrategias de los sectores más lúmpenes del Capital, caso Clarín, De Narváez, Macri o los desmontadores y neoterratenientes sojeros, la cuestión es la misma: si hay crisis, ganan, si hay división, ganan, si pierden alguna vez pagará el Estado, si al país le va mal, pagamos nosotros y ellos ganan empeñando lo que es de todos. 
Esta es la base del “ellos y nosotros” que Moyano ha soslayado en su convocatoria. La derecha se pone cada vez más virulenta en la medida que avanza la inclusión porque retrocede en sus privilegios.
Nosotros, en cambio, todo lo que obtenemos es a fuerza de lucha, coherencia, sacrificio, de reconstruir lo que ellos destruyen, unir lo que ellos dividen.
Para nuestros intereses, los intereses del pueblo, toda pérdida es importante, porque nada nos sobra.  
Así que no me convocan quienes hablan de Moyano como si fuera un chico al que no se lo atendió o, peor, un compañero traicionado. Al contrario, es alguien a quien le dimos nuestra confianza porque acompañaba el proceso manteniendo a traidores históricos a distancia de las decisiones de la CGT. 
Pero no aprovechó ese apoyo para transparentar, horizontalizar, generar participación colectiva, renovar el sindicalismo a la altura de lo que está sucediendo en todos los ámbitos institucionales. 
En las virtualidades y simulacros de esta última semana, si uno fijara la mirada sólo en la actividad productiva podría decir que el paro nacional no existió.
En cambio, si posamos la mirada sobre el fogoneo del paro por parte del grupo Clarín y los operadores mediáticos afines, si vemos ese rejunte en que Hotton aplaudía junto a Pino solanas y Vanegas la arenga más antipopular que se ha producido bajo el escudo de la CGT desde el 2003 a la fecha, tenemos que considerar que le paro sí se produjo. Y que su principal víctima fue la propia CGT. 
Cristina, abrazada a Micaela en Mendoza es la antítesis de aquel palco de la Plaza: su abrazo simboliza la inclusión de la juventud en la construcción dle presente y el futuro de todos, un objetivo que una década atrás parecía imposible. El palco de Moyano no llega a tren fantasma.


COLUMNA VERTEBRAL Y EL MOVIMIENTO
La CGT no es hoy más burocrática que hace años. 
Es el resto de los espacios institucionales el que ha cambiado. 
En lugar de percibir que ha perdido el paso y debe democratizar su conducción, en lugar de tomar como referencia al movimiento popular en su conjunto y entender que la decisión de la mayoría del pueblo y del peronismo es que Cristina conduzca, Moyano creyó, vale la pena repetirlo, que esta conducción era una imposición.
Y se equivocó. Como se equivocó al creer que la confianza que depositamos en él era su capital político, que le pertenecía. Pues bien. NO. 
El futuro de Moyano entró en un cono de sombra. Pero ese no es el problema principal. 
No hay largo plazo para un proyecto que no recupere la unidad de los trabajadores. O la hacemos o el proyecto nacional cada vez la va a tener más complicada. 
Ese es el desafío para el compañero que quiera suceder a Moyano. 
Y para todo el sindicalismo argentino. 
De algo sirvió esta movida: el no-paro de la inmensa mayoría de los trabajadores muestra que los compañeros no comen vidrio ni se mueven por estampitas. Cada quien fue a lo suyo como todos los días, salvo esa porción que de trabajadores que habrá que recuperar para que no termine como masa de maniobra de las aventuras golpistas. Pero quien fue a trabajar sabe que algo pasaba en la CGT y lo dejaba afuera. La columna vertebral necesita un nuevo proyecto sindical y una propuesta para que los trabajadores más activos militen ese nuevo proyecto. Desde allí se podrá sostener el protagonismo de los trabajadores.
Cristina conduce el país y esa es su tarea. Para eso la eligieron los argentinos. 
El desafío de construir una estructura obrera a la altura del movimiento popular, sus posibilidades y sus necesidades está abierto

lunes, 25 de junio de 2012

El documento de Moyano y la unidad de los trabajadores

Golpe en Paraguay, un intento de golpe en Bolivia, los derechos sociales y de los trabajadores van siendo arrasados en Europa y el resto del mundo desarrollado, afrontamos una o más operaciones políticas por semana por parte de la corporación mediática y la CGT llama a un paro contra el gobierno más inclusivo en 60 años, pero rechaza que la tilden de golpista.
Raro documento del grupo de Moyano que se presenta como “documento de la CGT” (1), para explicar un paro que no se decidió en un confederal sino en una emisión de "A dos voces" por TN.
Rescata, para contener a los compañeros honestos que aún quedan en ese grupo, parte de la buena historia de la CGT. Como si fuera la única y como si esa parte de la historia le perteneciera sólo al grupo. Los compañeros perseguidos, incluidos en listas negras, torturados, secuestrados y/o asesinados por el Terrorismo de Estado son patrimonio sólo del pueblo en su conjunto.
Hemos tenido tiempos de divisiones y de traiciones. Por supuesto que nunca fue beneficioso para el pueblo que la clase obrera estuviera dividida y su CGT en manos de traidores o fragmentada.
Pero sucedió:  el apoyo al golpe de Onganía, el Peronismo sin Perón de Vandor, la borrada de la Central cuando Atilio López, Agustín Tosco y Elpidio torres abrieron camino al Cordobazo, la alianza con López Rega hasta que la gente del Brujo empezó a tirar para el costado,  la borrada de Casildo Herrera en vísperas del golpe del ´76, la CGT Azopardo con Viola, la limada al gobierno y la complicidad con el empresariado ya neoliberal en tiempos de Alfonsín, incluido el silencio frente al golpe económico del 88, la CGT Barrionuevo con el Menem, el paro que el MTA levantó por lluvia a pesar de su acuerdo con la CTA.          
EL grupo de Moyano afirma que no es golpista y por supuesto no hay por qué no creerle. Pero ¿qué propone hacer frente a la ofensiva golpista en dos países hermanos? Una declaración. Para reclamar por el impuesto a los ingresos –cuyo tope se ha modificado año a año tras el cierre de las paritarias- lanza un paro nacional.  
Un paro nacional en momentos en que una de las herramientas que tenemos para comandar la lucha antigolpista, el MERCOSUR, hace su cumbre de presidentes en Argentina y tiene al golpismo como tema central.
El principal problema de los trabajadores y el pueblo hoy en Argentina y en la región es unirse para defender las conquistas fortaleciendo los procesos democráticos, de modo de frenar el golpe  en Bolivia, aislar a Franco y su corte golpista en Paraguay, aislar los proyectos oligárquicos en  cada país.    
O se aporta en ese sentido o se juega en contra.
Las acciones políticas se analizan por quién se beneficia de ellas, no por sus intenciones. 
Los únicos beneficiados por este paro son la corporación sojero-terrateniente y su vocero el grupo Clarín.
No son beneficiarios del paro porque se genere gran expectativa en el pueblo, sino porque su realización contribuye a fragmentar la CGT y darle un poco de oxígeno a lo más rancio de la reacción. Mientras la Mesa de Enlace logra que Moyano intente lo que ella no puede, la fragmentación de la CGT debilita al movimiento obrero justo cuando más necesaria es su fuerza y unidad. 
Nada de lo que se reclama perdería legitimidad si el paro no se produjera y la CGT se abocara a promover acciones contra el golpismo en la región. Personalmente creo que, en tanto no haya una correlación de fuerzas y una situación económica que permita que el Estado lo sostengan los más ricos, es correcto que sueldos mayores a $8000 ó $9000 deben contribuir a sostener al estado con una carga, que dicho sea de paso es menor a la cuota sindical. Quien proponga lo contrario tiene que explicar de dónde sale esa plata. Seguramente no será la Mesa de Enlace la que se movilice para ponerla.  
Que el grupo se victimice, se afirme perseguido o prohibido cuando se ha permitido impedir servicios esenciales para resolver de mala manera una paritaria que terminó negociando por debajo de varios convenios, no aporta a resolver estas cuestiones ni al crecimiento del proceso popular. Por el contrario demuestra la arbitrariedad del paro.   
Como hace años, se reafirma aquel mensaje de una dirigencia obrera que mantuvo su coherencia, la CGT de los Argentinos: CON LOS DIRIGENTES A LA CABEZA O CON LA CABEZA DE LOS DIRIGENTES

(1) Declaración de la CGT
Debido a las deliberadas acusaciones de “golpistas” esgrimidas por funcionarios del gobierno nacional en los últimos días respecto de las acciones gremiales que se han llevado a cabo, como así también a la inmensa cantidad de artículos periodísticos que han sido publicados y que llegan al ridículo de vincular las tensiones que existen en el Movimiento Nacional con el golpe de Estado sufrido por el presidente Lugo y el hermano pueblo del Paraguay, la Confederación General del Trabajo se ve en la obligación de responder esas imputaciones que duelen y ofenden a su historia.

Llama la atención que se acuse a esta Central Obrera sobre todo si se tiene en cuenta la historia de los dirigentes que hoy la encabezan. La CGT fue intervenida por todos los gobiernos militares, por muchos de los que se decían democráticos, y quizás haya sido la institución más combatida por la última dictadura cívico-militar. Más del 60 por ciento de los desaparecidos eran trabajadores, muchos de ellos delegados de base, miembros de comisiones internas, e incluso se eliminó al Secretario General del sindicato de Luz y Fuerza, el compañero Oscar Smith. La CGT fue artífice del fin de la dictadura más brutal de nuestra historia. Basta recordar la huelga general del 27 de abril de 1979 y la movilización del 30 de marzo de 1982 en contra de la dictadura, donde la represión costó la vida de un trabajador en Mendoza.

Los argentinos no deben dejarse confundir por las adhesiones mediáticas de quienes jamás se han preocupado por los derechos de los trabajadores. Son reacciones oportunistas y desesperadas de sectores que no son una opción política real en nuestro país. En esto hay que ser categóricos: de ningún modo las intenciones de estos sectores marginales representan el espíritu de la masiva movilización convocada para el próximo miércoles en Plaza de Mayo, ni la agenda, ni los reclamos quela CGT viene planteando desde hace más de un año y que no han obtenido ningún tipo de respuesta.

La fuerza social que se movilizará es obrera y como tal adhiere al proyecto nacional en la medida en que el mismo no se aleje del camino recorrido a partir del 2003. Los trabajadores jamás seremos ariete, ni mascarón de proa, ni fuerza de choque de aquellos a los que poco les importan las negociaciones colectivas, el pleno empleo, los derechos humanos y la distribución justa de la riqueza. 

Quienes usufructúan esta división en el seno del Movimiento Nacional son adversarios tanto de la CGT como del Gobierno. Sectores que nada tienen que ver con el Proyecto Nacional y se han opuesto al avance de las mayorías populares en la última década. Avances y conquistas en lo que también la CGT ha sido artífice. 

Podemos aceptar que haya sectores que no compartan nuestros reclamos, pero no vamos a permitir que nos llamen desestabilizadores por ejercer un legítimo derecho a reclamar. Este reduccionismo no hace más que negar cualquier diferencia y anular la discusión política, la cual le aporta dinamismo al Movimiento Nacional Más allá del oportunismo de estas mezquinas minorías, los trabajadores llevaremos adelante nuestra movilización, en paz, con un único objetivo: que nuestro legítimo reclamo sea escuchado por la Presidenta de la Nación. La CGT no va a permitir bajo ninguna circunstancia que la protesta social sea criminalizada y que las huelgas, sean caratuladas como extorsión a la democracia y que a nuestro accionar se asocie el chantaje, el miércoles los trabajadores organizados una vez más en la histórica plaza levantaremos nuestra voz contra la injusticia.

domingo, 24 de junio de 2012

Golpe en Paraguay, MERCOSUR y Guayaquil: 27 DE JUNIO, 1822-2012

Golpe en Paraguay, Chirinada en Bolivia. 
En situaciones como esta es bueno recordar que hubo un momento en que todos tuvimos que ir por el futuro de todos y el fin del dominio colonial.
Hace 190 años San Martín y Bolívar coronaban sus campañas con un encuentro en Guayaquil. En poco tiempo más, en Ayacucho, Bolívar terminaría de expulsar al imperio de nuestro continente.
 Hoy es otra la situación. Tenemos repúblicas, banderas y fronteras, líderes continentales, UNASUR y MERCOSUR.
También es otro el imperio: los EEUU han girado su mirada hacia América del Sur  y vienen para ocupar lo ocupable, desgastar, dividir, destruir lo que aún no se puede tomar. 
Como los medios de dominación son otros, hacen lo que no hubieran hecho los españoles, avanzan sobre dos naciones encerradas entre las fronteras de otras. 
Guerras fraticidas vergonzosas explican ese encierro que al imperio no le importa. Una segunda base militar en el continente y el mayor acuífero del mundo son el botín pretendido en una de las naciones. Minerales, pero sobre todo la intención de eliminar el "mal ejemplo" plurinacional, soberano y solidario justifican el avance sobre Bolivia.
Otras son las batallas, pero el imperativo es el mismo: defender nuestro derecho a emprender nuestro camino como pueblos, como naciones democráticas, como región de paz e inclusión.
Este miércoles se inicia en Mendoza, República Argentina, la cumbre de presidentes del MERCOSUR. Lo que logramos hasta aquí es importante. Cada país avanza según sus propios designios, desde la derrota del ALCA, en mayor o menor medida estamos desenganchando a nuestros pueblos de las consecuencias de la guerra globalizadora.
Importante es la amenaza a nuestras conquistas. 
Importante debe ser la acción y el mensaje de la Cumbre: MERCOSUR de la DEMOCRACIA, UNION de TODOS los GOBIERNOS EN DEFENSA DE NUESTRAS DEMOCRACIAS , NI UN SOLO GOBIERNO DE FACTO EN el MERCOSUR

sábado, 23 de junio de 2012

POR QUE CAE LUGO: América del Sur por un plan regional

En su artículo "Por qué derrocaron a Lugo" (1), Atilio Borón propone "Pese a las múltiples advertencias de numerosos aliados dentro y fuera de Paraguay Lugo no se abocó a la tarea de consolidar la multitudinaria pero heterogénea fuerza social que con gran entusiasmo lo elevó a la presidencia en agosto de 2008" para seguidamente desplegar este abordaje con riqueza de consideraciones.
No coincido con esa visión del drama del pueblo y del gobierno democrático paraguayos, pero creo que la discusión sobre estos temas puede ser de enseñanza para todos los pueblos del área. 



Decir que a alguien lo derrocan por no organizar a su gente o no formar partido o no ir demasiado a fondo con las reformas, o por conceder a la derecha, es casi como decir que el golpista está excusado o que Lugo forzozamente  seguiría siendo presidente si simplemente lo hubiera intentado. En todo caso su principal responsabilidad es haber aceptado la destitución, pero eso mismo debiera ser tema de análisis más allá y más acá de Lugo.
Paraguay es un país devastado por 150 años, desde un genocidio del que "salió" con dictaduras con más o menos ropaje republicano, terratenientes, monocultivo, contrabando y expulsando a millones a Argentina y otros países. 
Lamentablemente, la salida del stroessnerismo no pasó por un proceso de construcción popular, como en Bolivia, o lo mismo sumado a un hiper desarrollo productivo previo como en Brasil. Ni pudo instalarse desde una epopeya como el peronismo, sumada a una cultura tecnológica e industrial desmesurada en relación a la burguesía que padecemos en Argentina. Tampoco arribaron a esta democracia desde FFAA nacionalistas apoyadas en un mar de petróleo como en Venezuela. Escenario de terror pero probable con oligarquiás crimianles como las que abundan en América del Sur: ¿qué hubiéramos dicho si los soldados que custodiaban en su encierro a Chávez tras el golpe en Venezuela lo hubieran asesinado y el país se hubiera deslizado a un proceso de mal pronóstico? ¿Que se trataba de una conducción personalista, autoritaria? ¿que se demoraron las transformaciones estructurales necesarias? ¿que no se hizo lo necesario a nivel social? Pues bien, es probable que el mismo golpe, al producirse la respuesta poopular que repuso a Chávez y desnudó a los escuálidos, haya apurado los tiempos y diera el cuadro de situación y la correlación de fuerzas para que Chávez al fin pueda atender estos temas, conformar un colectivo con base social que le permitiera consolidar a República Bolivariana. Siempre de manera precaria, porque esa es la esencia de los gobiernos populares en este capitalismo negociado que se ha extendido en América del Sur.   
Nada de eso sucedió ni podía suceder en  Paraguay. La democracia condicionada llegó en Paraguay por acomodamiento de las elites al entorno regional y como concesión a sectores menos comprometidos con el pasado, los que podían concitar expectativas, pocas, en el pueblo. "Te dejo democracia, ya no te encarcelo ni asesino en masa y te permito un poco de contrabando o salir a ganarte el pan en países vecinos, dejame medrar, apropiarme de todo, no me toques los privilegios ni te metas con mis robos, torturas, asesinatos antiguos ni con algún ajuste de cuentas de hoy, ni con mi mafia, negocios con el imperio, incluido el acuífero" (gran motivo del golpe). Ese es el contrato en que se basó la salida del stroenerismo. 
No digo que lo quisiera Lugo, no me interesa ni puedo adentrarme en su psicológía. Digo que la derecha tenía hace 4 años y tiene hoy fuerza para fijar esas condiciones.   
Siempre desde un proyecto popular se concede algo a la derecha hasta que la correlación de fuerzas permite concretar una situación que la aísle. Cristina y antes Néstor, no sólo gobernaron y gobiernan por la AUH, los juicios  a los milicos,YPF o por ser peronistas. También porque supieron postergar avances necesarios  pero que podían provocar que se unifiquen en su contra  sectores poderosos, capaces de generar desastres, sectores a los que por el momento sólo se podía contener dejándolos sobrevivir ya que esto los dividía. Por caso: la anterior conducción de la UIA en la 125. O Moyano, que en un momento fue necesario para una forma de contrato social y hoy es un espectro, aunque la división obrera no deja de ser un problema para el proyecto popular. Ahora, si esto llevó 9 años ¿como esperaba Borón que Lugo desde muy atrás y peor situación internacional lo resolviera en 4?
Además, siempre que hay un marco de pobreza y exclusión heredada habrá sectores sociales que no mantendrán su apoyo a un gobierno popular o lo harán de manera limitada: no todos los que siguen a la Federación Agraria o a la CCC son nuevos burgueses o burócratas. 
Insisto: si la crisis mundial nos crea problemas en Argentina o Brasil imaginemos su acción disgregadora en un país como Paraguay.
Suponer que siempre se puede ganar -impedir un golpe en este caso- es una forma de negar la lucha de clases, en particular la necesidad de herramientas que no se construyen en un día, de una conciencia popular que no se desarrolla sin un largo tiempo de acción política colectiva. Mucho más cuando  no sólo se juega el privilegio de las elites sino también una segunda base militar-política de EEUU en América del Sur.
El caso es que no importa tanto si un análisis es correcto en su lógica sino si aporta líneas de trabajo para solucionar o avanzar en la solución de un problema.
Tenemos un golpe en Paraguay ¿por qué? Porque las elites aliadas a los EEUU y su "guerra global a todo" consiguieron aislar a Lugo entes que él pueda consolidarse y consolidar institucionalidad democrática con participación popular. 
Ayer, dos horas después de la decisión del parlamento,  periodistas de nuestra Radio Nacional le preguntan al presidente de la Federación de campesinos si esta golpe puede revertirse. Su respuesta "Lugo ya fue, no cumplió con lo que se esperaba" Seguro que es así, nunca un gobernante hace todo lo que los postergados esperan. Pero ¿con qué bandera se puede unificar al pueblo para revertir el golpe si la referencia democrática, esto es el presidente legítimo depuesto por un método irrisorio no es defendido? Esto lleva a una segunda pregunta ¿cuál es la base social real que existe para que no gobierne la oligarquía pro yanky en Paraguay? Sin responder a esto no hay análisis de fondo de la caída de Lugo.
Volviendo al entorno regional, la UNASUR y el MERCOSUR aún no avanzaron lo suficiente como para respaldar al tibio gobierno democrático ya que su propio proceso marcha lento. Tan lento como para que el parlamento paraguayo pudiera impedir la entrada de Venezuela al MERCOSUR. Eso sí, como es menos voluntarista que el análisis que abordamos, no se permitió esperar a las elecciones que debían producirse en pocos meses.Tanto lento avanza la unidad regional como para que UNASUR o MERCOSUR no se hayan planteado o no hayan podido concretar un plan de reconstrucción del Paraguay con apoyo de los más desarrollados, plan sobre el cual sostener sí el desarrollo de un proyecto popular a fondo. Aún Brasil paga poco y usa mucho la energía que produce el país hermano, el de más producción de energía per cápita del mundo y el que más apagones presenta en América del Sur ya que casi toda se va a precio bajo.
Por último, mientras la unidad regional de gobiernos populares ha alcanzado picos como la derrota del ALCA, la defensa de Correa o la unidad por Malvinas, lo cierto es que la derecha encuentra aliados regionales poderosos, fogoneada desde la coalición internacional, la unanimidad de los medios de comunicación y los dueños de la tierra y la gran empresa.    
Ahí tenemos las coordenadas de un golpe esperado: 
-país devastado y apropiado por una oligarquía mafiosa, que ve en 
-la crisis global y la "guerra antiterrorista" la oportunidad de colgarse del imperio para recuperar posiciones de mayor privilegio e impedir cambios peligrosos, 
-un  proceso popular incipiente, plagado de divisiones, clentelismos, escasísima experiencia democrática,  
- partidocracia stroessnerista y 
- una incipiente formación política democrática, aún con poca base social y menos proyecto estratégico. 
- Agreguemos un entorno regional progresivo pero también limitado en su desarrollo y 
- una derecha que se va recuperando, poco para generar proyectos con apoyo popular, pero con mucha capacidad de destrucción.
¿Significa esto que la ola popular latinoamericana se detiene? 
Para nada,simplemente nos dice que el adversario también juega, la cancha es suya, el referí es localista y no alcanza con tener grandes jugadores: sólo el funcionamiento solidario, esto es la unidad de los gobiernos populares y su avance hacia un proyecto común puede habilitar la recuperación de la democracia en Paraguay e impedir nuevos golpes.
La presidenta con su rechazo al golpe y su referencia a la acción unificada de MECOSUR y UNASUR señala el camino a recorrer para concretar ese objetivo
(1) Se ve el artículo de Borón en: http://www.atilioboron.com.ar/2012/06/por-que-derrocaron-lugo.html

viernes, 22 de junio de 2012

PARAGUAY. La segunda batalla regional del siglo XXI


El golpe "institucionalizado" contra el presidente Lugo es la segunda gran batalla que la región libra en el siglo XXI.
En la anterior enterramos el ALCA, con la conducción de Néstor, Chávez, Lula. Ahora tenemos UNASUR y la batalla es por la soberanía dle pueblo paraguayo y por el control del acuífero guaraní.
Lugo , además del presidente del Paraguay, iba a ser designado esta semana presidente pro témpore del MERCOSUR.
Es por eso que este golpe ejecutado bajo la parodia de un juicio político sumarísimo hay que verla como una prueba de fuerza en la que la máquina industrial-militar-financiera de los EEUU avanza en alianza con los terratenientes locales para abrir una segunda cuña en América del Sur y darle un escarmiento a las pretensiones soberanas y sociales de la mayoría de los gobiernos de UNASUR.
No importa si la apuran los terratenientes y los medios de operaciones comunicacionales  o la embajada yanky, todos confluirán hacia el mismo objetivo.
Hace un par de años el vicepresidente Franco concurrió a un almuerzo en la embajada de EEUU. Luego se supo que cuestionó allí duramente al presidente Lugo y sondeó la posibilidad de apoyo yanky a una gestión alternativa. Lo mismo que hizo Sergio Massa hace tres años en presencia del embajador yanky en Argentina, sólo que fue en una cena
Esto es lo que se juega en el país hermano y no podemos ser indiferentes. No sólo porque buena parte de nuestro futuro se juega en esta puja, sino porque el pueblo paraguayo aún sufre, a siglo y medio del genocidio, las consecuencias de aquella guerra de la triple infamia: fueron los gobiernos de Argentina, Brasil y Uruguay, con apoyo inglés, los que masacraron a un pueblo rebelde, depusieron a un gobierno independiente e hicieron posible una seguidilla de tiranuelos prolatifundistas aliados con el imperio de turno. el aislamiento en que los sumimos completó el cuadro imponiéndoles la mezcla de shopping trucho, fábrica de energía y monocultivo con el que tratan de sobrevivir hasta el presente.
Quien hoy no deponga cualquier cuestión en pos de apoyar las gestiones de nuestro gobierno en el  UNASUR para apoyar al gobierno legítimo de Lugo y aislar al golpismo, está jugando para el enemigo. La historia no deja lugar a dudas. Es el imperio con llas oligarquías o el pueblo con sus gobiernos soberanos.
Aunque parezca mentira, Moyano y sobre todo compañeros como Smith, Plaini, tiene una segunda oportunidad de no terminar conduciendo una "CGT Clarín": si levantan el paro del miércoles y se suman al reclamo contra el golpe en Paraguay estarán cumpliendo la tarea de la hora, si no lo hacen estarán fogoneando las bases de una nueva, siempre soñada por la oligarquía, Unión Democrática.
Quienes estamos por la Patria Grande ya sabemos qué hacer

miércoles, 6 de junio de 2012

Ray Bradbury: algo de nuestros setenta que se va, algo que queda

Bradbury se fue hace un par de horas. Tal vez, con sus 91 años no conocía la influencia que tuvo sobre mi generación, la de los ,70, en Argentina.

Mi primer contacto con la ciencia ficción fue “El Eternauta”. Mi viejo lo traía en su bolso al bajar en la Estación los viernes, tras cinco días de alternar, Él, entre el taller de la Shell, la pensión y la fonda de Chacarita. 
El viejo no sabía de ansiedades ajenas, así que había que esperar a llegar a casa, en la otra punta del pueblo, quince cuadras y muchos silencios mediante. Allí abría el bolso del que, junto a otras maravillas, sacaba por fin esa precaria revista de hojas alargadas donde Franco, Juan Salvo, Helena, gente como nuestros viejos, sostenían su lucha desigual contra Ellos, manos, gurbos y robots, allá en mi ciudad natal, tan lejana que aquella aventura tal vez estaba sucediendo en una realidad que aún no llegaba a nuestro pueblo. Años después viajaba primero a Luján, luego a General Rodríguez, a terminar el magisterio y noviar. Un día una profesora de Educación democrática lloró ante mi pregunta ¿por qué estudiamos la constitución si tenemos gobierno militar? Tardé en entenderlo. 
Ya en Capital, en el Ingreso a Filosofía y Letras, un cura tercermundista de esos que el escaso genio de Onganía dejó ingresar tras creer que había purgado la universidad "de zurdos", nos puso a discutir el  libro de Pablo Cappana, “El sentido de la ciencia Ficción”. Era texto obligatorio. Su lectura y análisis eran una suerte de juego sorpresa: leíamos un texto de Camilo Torres, Mao, el Che, pero abríamos el libro de Cappana cuando el cana que recorría los pasillos espiaba por la mirilla o entraba al aula desconfiando. De nuevo porteño, entre pasada y pasada del servicio, fui conociendo una ciencia ficción más allá de la historieta. Los libros de Clarke o Bradbury pasaron a entibiarse bajo mi axila junto a Cortázar y Rozenmacher.         
Recuerdo una noche viajar a mi pueblo. Una escapada para comer abundante, comida de verdad y sentir cobijo en casa de mis viejos, compartir una mesa de truco y Legui con amigos que al final harían la pregunta de siempre “¿Y? ¿qué pasa en la Capital?”   
Pasé por la estación de Once, la de Luján, su terminal. Al momento que el “San José” cruzaba la barrera en la entrada al pueblo, yo terminaba de leer “El dragón”, un cuento cortazariano de Bradbury que recuerdo, junto a "El día que llovió para siempre" y "Remedio para melancólicos", casi cada día. La noche en la ruta 192, hasta llegar a la vía y su lamparita solitaria, era tan cerrada como en el cuento. Al cruzar la las vías me sorprendió que no avanzara desde la negrura el ojo luminoso, flamígero, esa traza de un poder al que el caballero de la armadura esperaba lanza en mano  para renovar el combate eterno. Durante dos horas y media anduve por mundos de Bradbury y mi otro viaje, setenta kilómetros que unen o separan Independencia y Urquiza de Torres, sólo fue algo de ruido y luces irrumpiendo en lo contínuo. 
Pero no pienso en aquellos textos que vaya a saber por qué pedagogía aquel cura cuyo nombre no recuerdo me hizo conocer junto a “El cochecito” y Taco Ralo. Ni las “Crónicas marcianas” ni  “El hombre ilustrado” me dan la influencia, más bien la compaginación de Bradbury con los ´70. 
Hablo de Farenheit 451. Antes que el libro, que leí mucho después ya en
Devoto, hablo de la película de Truffaut que fuimos a ver con mi hermano y que me hizo compañero para siempre a aquellos memoriosos que elegían un libro para que sobreviviera en sus memorias, un mundo de palabras resguardado de las quemazones de bomberos devenidos en asesinos de historias e identidades. La anciana que elige inmolarse entre sus libros ya rociados de combustible, los secretos de una muchacha en miradas que se cruzan en un transporte público, el bombero Sontag que elige lo lábil y efímero de esas existencias a la seguridad de vivir para siempre entre la TV omnipresente y los pensamientos reglados. 
Algo unía ese mundo árido con nuestros ´60/70, donde la noche de los bastones largos vino, creían Onganía y López Aufranc, a cerrar el desmantelamiento de memoria e identidad iniciado junto a los bombardeos a la Plaza de mayo. arrasamiento que siguió con la supresión de nombres, la censura de textos, el silencio en diarios y la radio extendido al silencio familiar, la ambigûedad, sobre todo aquello que pueda traer peligro a casa. Silencio y negación, aunque lo propio pase a ser inexistente y aquello que sobrevive resulte ajeno o inexplicable. 
Y frente a ese desgarramiento, la resistencia de los memoriosos: aquel cura de la Facultad, Walsh, la CGT de los Argentinos, Tosco, mis compañeros de la militancia estudiantil y esos amigos y los desconocidos que nos llevaban a alfabetizar en los barrios y los gremios y nos contaban historias más extrañas que las de Bradbury. Un país que nos costaba tanto recuperar porque al buscar podías conocer a Ho Chi Minh antes que a Blajakis, Guernica te era más familiar que la hilera de cadáveres dispuestos sobre el asfalto frente a una Catedral indiferente el 16 de junio de 1955, Sarmiento y Roca se veían sin genocidios. Illia había sido depuesto por los mismos golpistas, laboratorios y petroleras, pero diarios y revistas lo sepultaban bajo historias de tortugas. 
 “Sin educación, los libros se queman solos" dijo Bradbury desde Los Ángeles, por videoconferencia en nuestra Feria del Libro. Tal vez fue efecto de la traducción, tal vez un malentendido, pero pienso que Sontag, aquellos seres casi sin esperanza de Farenheit 451, lo que enseñaban era que sólo la resistencia y la memoria  pueden salvar nuestra identidad en medio del fuego y el olvido. 
Tal vez para el Bradbury de los ´60 la resistencia fuera otra forma de la educación.   
Ya no puede contestarnos, pero quedan sus textos para que sigamos recreando nuestra identidad como también lo quería Oesterheld: junto a los nuestros, apelando a la fantasía, la memoria y el coraje. 

lunes, 4 de junio de 2012

¿El Banco Provincia subsidia al diario La Nación?

El mensaje es claro: "exclusivo para tarjetas de crédito del Banco Provincia".                                                              ¿En qué consiste la exclusividad?: si te suscribís a "La Nación" del sábado te dan la tarjeta "Club la Nación Premium" y tendrás muchos beneficios.                                      Muchos esos beneficios seguramente los paga el Banco Provincia mediante pago efectivo o canje.  Es decir que el Banco,está subsidiando en parte las operaciones que a razón de dos o tre por día realiza el diario contra el gobierno nacional,, la Argentina y sus habitantes.                                                              No creo en las casualidades cuando se trata de publicidad, menos cuando se trata de guita, así que me pregunto y acuso: ¿Quién ideó esta promoción y quién la aceptó en el Banco Provincia?                                                                                                                      Es una vergûenza que un Banco oficial subvencione al diario de tres genocidios, socio en la apropiación -vía secuestro y tortura- de Papel Prensa, La Nación el diario de todos los liberalismos salvo el de las libertades sociales, la libertades laborales, las libertades públicas, públicas. El diario de los rumores, las loas al imperio y las operaciones de prensa en los momentos de defensiva oligárquica, el de los bandos y comunicados militares en los momentos de ofensiva patronal.                 ¿Ahora vamos a financiar esas operaciones con promoción y fondos del Banco Provincia?